Madrid-Barcelona.com
·27 novembre 2024
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Por Anfield ha pasado el campeón de Europa, la bestia negra del Liverpool. Con el refuerzo de Mbappé, el Real Madrid ha demostrado que es peor que el año pasado.
Seguro que el Liverpool no se lo esperaba tan fácil. Ha ganado por 2-0 y Sallah ha fallado un penalti. Mbappé también.
Han anotado Mac Allister en el 51, aprovechando una indecisión de Asencio, y Gapko, libre de marca y de cabeza, en el 76.
Y lo peor del partido. El Real Madrid solo disparó entre los tres palos dos veces, al margen del penalti fallado por Mbappé. Fue en los minutos de prolongación (Lucas Vázquez y Brahim).
Sobre el papel el Real Madrid salió bien organizado. Hasta Tomás Roncero aplaudía la alineación de Ancelotti:
"El once que saca Ancelotti es para confiar. El centro del campo es el más bonito en mucho tiempo del Real Madrid. Cuatro violinistas".
Ancelotti salió con Modric, Bellingham, Camavinga y Güler en el centro del campo. Todos Jugones.
Gapko anotó el 2-0 sin apenas oposición | Getty Images
Y ni con cuatro violinistas detrás, el solista Mbappé recibió juego. Es la asignatura pendiente de este Real Madrid, que ganaría en confianza si el francés dispusiera de cuatro ocasiones claras en cada partido.
Hoy no le "estorbaba" Vinícius, pero solo ofreció un par de pinceladas de su clase. Poco más. Y también falló el penalti.
El madridismo lo tenía claro. Ausente Vinícius, el demonio para los reds de Liverpool, el Real Madrid, podía buscar mejor que nunca a su estrella francesa.
Pero no lo encontró. Mbappé jugó con la libertad que le proporcionaba la ausencia de Vinícius ejerciendo de único referente nato en la punta de ataque.
Pero Mbappé no estuvo a la altura del golpe en la mesa que le pedía el madridismo. Como ausente, parecía que el partido no iba con él.
Es un problema que debe resolver Ancelotti cuanto antes. Mbappé no puede pasar desapercibido. El Real Madrid tiene que sacarle rendimiento.
El partido no fue bonito, los dos equipos se tenían mucho respeto. El Liverpool dominó en la primera mitad, pero sin crear excesivo peligro. Courtois intervino poco y bien.
Al Real Madrid le faltó asustar en la primera parte para evitar alegrías ofensivas del rival.
Pero en la segunda mitad el Liverpool se hizo dueño de un partido que estuvo más cerca del 3-0 que del 2-1. Sin disparar a puerta es difícil ganar. Y eso no debería ser necesario explicárselo al vigente campeón de Europa, el de las 15.
El juego colectivo, además, no aportó nada bueno. El Real Madrid no jugó a nada. Y ese juego solo es aceptable cuando se empata o gana.
Con el partido perdido desde el minuto 51 el Madrid estaba obligado a mucho más. Da la sensación de que Ancelotti no ha dado con la tecla. Hoy ha recurrido a Endrick cuando el partido ya estaba sentenciado a poco del final.
Güler ha desaparecido y Brahim se ha dejado ver poco. Tampoco han aparecido desde atrás Bellingham y Modric. Además, hay que lamentar la lesión de Camavinga.
Todo ha salido mal en Anfield. Con el agravante de que esta vez el Bernabéu no puede obrar ningún milagro porque no hay partido de vuelta para remontar.
Y todo esto con el Liverpool sin Alexander-Arnold, el flamante fichaje del club blanco para la temporada que viene.
Un partido para olvidar... y para espabilar. La clasificación para los octavos de final se le complica, y mucho, al Real Madrid.
Liverpool: Kelleher, Bradley, Konaté, Van Dijk, Robertson, Mc Allister, Gravenberch, Jones, Salah, Luis Díaz y Núñez (Gakpo 66’)
Real Madrid: Courtois, Valverde, Asencio, Rudiger, Mendy (Salah 70’), Camavinga (Lucas 55’), Modric (Endrick 78’), Güler (Ceballos 55’), Bellingham, Brahim y Mbappé
Goles: 1-0 Mc Allister (51’), 2-0 Gakpo (76’)