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·28 agosto 2025
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Foto: Jorge Landín / Atlántico Diario
En los últimos días de mercado el Celta está intentando demonizar a los descartes que no quieren marcharse del club para que puedan llegar otros jugadores, como si ellos fuesen responsables de que el club tenga todas las fichas ocupadas, o de haberles ofrecido un contrato que todavía no ha concluido. Esos tres jugadores sonAidoo, Cervi y Marc Vidal.
El último caso es el de Joseph Aidoo. Leemos en elblog de Óscar Méndez, que el Celta anda con “un enfado morrocotudo” porque sus tres descartes, vaya atrevimiento, no quieren hacer las maletas. Desde el club insinúan que hasta han tenido ofertas, e incluso se permitieron rechazar la tentadora “rescisión remunerada”: nada menos que un tercio de la ficha. Un gesto de “generosidad” que, increíblemente, no ha sido recibido con los brazos abiertos. ¡Qué desagradecidos!
Desde hace varios años, y no ha cambiado nada con el cambio en la presidencia, siempre hay villanos que impiden que la planificación de la temporada sea la correcta. Todos los descartes tienen un salario elevadísimo, y se niegan a irse cobrando unas migajas, impidiendo así que el Celta pueda seguir con su hoja de ruta. Por eso siempre hay una excusa para justificar que falten ciertos jugadores: Es que hay otros que no se quieren ir, y los muy avaros no aceptan irse cobrando un tercio. Que jugarán poco o nada es algo que seguramente ya sepan y lo están teniendo en cuenta a la hora de tomar una decisión.
De Marc Vidal señala que todo parecía estar cerrado con el Burgos, pero finalmente se echó atrás. Imaginamos que la oferta no sería tan buena para el jugador, o que prefiere esperar por otras opciones. Está en su derecho, como lo están sus compañeros. Tienen un contrato y la única manera de que se vayan es que renuncien a parte del salario que tienen asegurado si se quedan. Y creo que no estamos en condiciones de pedirle eso. Por mucha presión que meta el club a través de la prensa.