Las velocidades de Cubarsí | OneFootball

Lamine Yamal, Pau Cubarsí y Fermín López, seguramente en este orden, fueron las tres noticias más positivas de una negativa temporada 2023-24 del Barça. No es fácil decir cuál de sus evoluciones ha resultado la más sorprendente, si la que ha llevado a un futbolista de 16 años a capitanear los ataques del equipo, la que ha hecho titular a otro jugador de 17 años en una posición tan compleja y vinculada a la experiencia como la de defensa central, o la que ha convertido a un canterano que unos meses atrás jugaba cedido en el Linares Deportivo en una pieza de utilidad en la plantilla del primer equipo hasta acumular casi dos mil minutos de juego y once goles. Ante la necesidad, La Masia ha vuelto a responder, regalándole al club tres soluciones que en el mercado valen un dinero que el Barça no tiene o que, si tiene, debe saber repartir.

El desembarco e impacto de Cubarsí en el primer equipo, además, le dio a su equipo incluso más que la calidad propia del futbolista, pues más allá del orden estructural que aportó Pau a todo el sistema defensivo culer y de su diferencial capacidad iniciando el juego desde atrás, su irrupción le permitió a Xavi emplear de otro modo a futbolistas inicialmente destinados a ocupar su mismo sitio. Koundé y Christensen finalizaron el curso fuera de la demarcación de central, como lateral derecho y mediocentro titulares, en parte gracias al rendimiento con el que Cubarsí aseguraba y mejoraba al equipo desde el centro de la zaga. Como en el caso de Lamine, a la hora de planificar el papel y peso de Cubarsí en el Barça de la próxima temporada el club idealmente debería equilibrar las dos realidades del futbolista. Por un lado se trata de un zaguero de enorme talento, que ya ha demostrado su calidad en contextos de exigencia y de quien puede esperarse un crecimiento lineal que lo afiance como pieza importante y de enorme valor en el juego y funcionamiento del equipo. Por el otro, Pau también es un jugador de 17 años, que por su evolución física o futbolística a lo largo de la temporada puede necesitar momentos de más protección y menos exposición.

El Barça debe poder darle todo el protagonismo que su talento reclame, pero también el cuidado que su juventud necesite. En este sentido, la actual convivencia del canterano con Araújo, Christensen y Koundé se antoja muy equilibrada. El uruguayo es el mejor central de la plantilla y responde a un perfil que se enriquece teniendo a un lado a un socio más ordenado como Cubarsí, al tiempo que abriga al canterano con una capacidad de corrección como pocas. El francés parte como el mejor lateral derecho de la plantilla, condición que le otorga la titularidad en este puesto pero desde la que puede resultar opción en el centro si el equipo o Cubarsí lo necesitan. Finalmente, el danés alarga la rotación al lado de Araújo y Cubarsí, pero si la pareja se asienta puede encontrar minutos y utilidad en el mediocentro, como primera o segunda opción dependiendo de los movimientos del Barça este verano. Así pues, y pese a contar con Iñigo Martínez, la salida de cualquiera de los tres dejaría un vacío. La de Araújo desprotegería a Cubarsí y, de rebote, debilitaría o bien el lateral o bien el pivote, la de Koundé abriría un agujero en la banda derecha, y la de Christensen restaría una solución por delante de la defensa.

Más espacio para un cambio de piezas permite el caso de Iñigo, pues si bien teniendo en cuenta la polivalencia de Koundé y Christensen, y la juventud de Cubarsí, el suyo no se intuye como un rol de protagonismo residual, en él podría buscar el club otro tipo de alternativa. Bien desde el punto de vista económico/administrativo, debido a que el central de Ondárroa el verano pasado fue inscrito por un solo curso y para volver a contar con él se debe hacer espacio a su contrato, o bien por motivos deportivos, dándole su plaza a un Mika Faye al que el filial se le ha quedado pequeño y que completaría la rotación defensiva con un perfil adaptable tanto al centro de la zaga como al lateral izquierdo. Una plantilla con cinco centrales para asegurar que sea Cubarsí quien marque su propia velocidad, pero lo suficientemente versátil para que, si Pau no pisa el freno, incluso puedan llegar a jugar todos juntos.

– Foto: David Ramos/Getty Images