Vermouth Deportivo
·11 gennaio 2025
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Fue campeón sub 20 con Argentina en el Mundial de Canadá 2007. Con una aparición magnífica y un título con Vélez, la turbulencia en la carrera de Mauro Zárate también arrancó desde muy temprano. Y el día de su adiós, el intrépido delantero será recordado por su talento pero también por sus polémicas.
Los Zárate han sido una dinastía de grandísimos jugadores de fútbol. Sergio, el Ratón, fue el mayor de los hermanos y marcó tendencia al brillar en Núremberg y Hamburgo en Alemania. Luego vino Mauro, el Chino, con pasos por España pero también destacándose en el ascenso criollo.
Rolando Zárate fue el más cercano a Mauro por edad. El Roly, con un talento magnífico, defendió la camiseta del Real Madrid y hasta pasó por River. Tal vez, ese peso fue el que caía sobre los hombros del menor de todos que este viernes colgó los botines.
A los 37 años, el surgido en Vélez y con pasos por el fútbol de Brasil, Inglaterra e Italia fue noticia. Mauro Zárate decidió ponerle punto final a su carrera que empezó con muchísimo brillo y terminó con algunos recuerdos poco amigables.
La primera polémica se dio cuando Vélez lo vendió por 16 millones de dólares a Qatar. Con 20 años y un gran futuro por delante, Mauro Zárate tuvo que irse a una liga totalmente desconocida. Y a un país que recién 15 años después clasificaría a un Mundial sólo por ser el anfitrión.
Poco tiempo duró el delantero en Medio Oriente. La pelota volvía a darle una oportunidad con su llegada al Birmingham y luego su arribo a Lazio. En el club de la capital italiana fue ídolo. A punto tal de tener una afinidad enorme con los ultras de esa institución.
Mauro Zárate, en un encuentro donde estuvo junto a la barrabrava del conjunto celeste, hizo un gesto fascista. Eso le causó un gran repudio no sólo de toda la Serie A sino también del mundo del fútbol. No obstante, su talento lo llevó a seguir en Europa. Incluso pasó por Inter, Fiorentina, volvió a la Argentina y luego viajó West Ham.
En 2018 tuvo su tercera etapa en el Fortín. Volver a sus raíces le daba muchísima calidad también a la Liga Profesional. Lo que jamás se imaginó el atacante es que ello sería el trampolín al olvido definitivo de los corazones en Liniers.
Cuando se produjo el último retorno a la V Azulada, el hijo pródigo del Fortín aseguró: «En Argentina sólo juego en Vélez». Tenía tan solo 31 años, lo pretendía Racing pero meses más tarde fichó con Boca Juniors. Y cuando le tocó romper relaciones con el club que lo vio nacer no lo dudó.
«Pasó el equipo grande» supo decir Mauro Zárate para ser odiado en Vélez. Sin dudas, las polémicas duraron hasta que marchó al fútbol de Brasil. Luego volvió a su patria, jugó en Platense, volvió al ascenso de Italia y se despidió en Danubio de Uruguay. Este viernes, quien pudo ser recordado por su talento, colgó los botines.
Foto: Photo by Paolo Bruno/Getty Images