Laporta se refugia en Lamine Yamal | OneFootball

El presidente del FC Barcelona pasará desapercibido mientras los aficionados corren a las tiendas oficiales para comprar su nueva camiseta. El anuncio del heredero del 10 fue toda una bomba mediática que tapará el enésimo error en cuanto a la fecha de regreso al Camp Nou.

Cuando un socio culé apuesta por Laporta, lo hace desde el corazón más que con la razón. Es consciente de la vorágine de sentimientos a la que está a punto de someterse, pero bien le vale la pena. Esa montaña rusa de emociones es la que produce el hormigueo de una ilusión que tiene que vivir cualquier seguidor. Sin importar el escudo, pero cuando se trata de un Barça herido, la esperanza es prácticamente necesaria. Y, en eso, el máximo mandatario blaugrana es experto.

Se maneja como ninguno en el dominio de una escena que encara con el papel de una víctima que pasa a ser héroe. Comenzando por la herencia de Bartomeu, que nadie discute, e incluso el madridismo sociológico siempre presente. Sin embargo, su afán de protagonismo suele jugarle malas pasadas cuando pretende ganarse el aplauso de las masas. Aventurándose en previsiones como la vuelta al Camp Nou o el fichaje de Nico Williams.

Una de tantas

Los dos capítulos más recientes que pasan página a los problemas para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. Por no hablar de las famosas palancas. Aplaudidas por unos y vilipendiadas por otros que lo veían como pérdida de patrimonio y mala gestión en la venta de estos. Recursos que potenciaron a una plantilla que sigue condicionada a la regla 1:1, pese a que el mismo Laporta trate de desmentirlo.

La realidad es que Javier Tebas, presidente de LaLiga, continúa asegurando que el FC Barcelona carece de la capacidad para inscribir jugadores debido al Fair Play Financiero. Probablemente, uno de los motivos por los que Nico Williams terminó por quedarse en el Athletic Club, ya que no tenía la garantía de poder jugar de inmediato. Sumado al factor de haber gritado a los cuatro vientos el interés por el futbolista y así provocar que el club vasco dinamitara la operación.

Sin Camp Nou

Todo un duro revés anímico para una afición que soñaba juntar a Lamine Yamal con su amigo y compañero de batallas en la Selección Española. Pero nada comparable al deseo de volver al templo culé. Pese a que Montjuïc fue un idilio durante la pasada temporada plagada de éxitos, el regreso al Camp Nou se espera como agua de mayo.

Que no en mayo, sino en junio del 2024, el propio Laporta anunció que a finales de ese año se abrirían de nuevo las puertas. No fue así y muchos niños se quedaron sin la Navidad deseada. Mientras, los padres se sentían engañados por las palabras de Elena Fort, que aseguraba contundentemente que la temporada no se acabaría en el Lluís Companys.

¿Como? Al Johan

No solo concluyó el curso en el Estadi Olímpic, sino que Laporta fijó el Trofeo Joan Gamper como una pequeña prueba. Un test previsto por un presidente que lo hizo público sin contar con la garantía de poder cumplir con lo prometido. Y ahora, pese a disponer del permiso de licencia de actividad deportiva en el estadio, tiene prohibido que los espectadores se sienten con las obras inacabadas.

Laporta y Lamine Yamal presentando el número 10 | @FCBarcelona_es

Por lo tanto, mientras Lamine Yamal posa como el nuevo 10 del Barça, el 10, pero de agosto, el FC Barcelona busca sede para el amistoso histórico de la entidad. Contra el Como de Cesc y sin nada en juego, pero con la frustración de otro paso atrás y la presentación de una nueva temporada ilusionante, que ya empieza mal. Posiblemente en el Johan Cruyff, lejos de casa y con muy pocos testigos.