La Equidad 0 – Nacional 1 : 3 PUNTOS Y AHORA A CORREGIR… | OneFootball

Por: Juan Felipe Velásquez.

Atlético Nacional volvió a demostrar que Bogotá es su fortín. El Campín, una vez más, fue tomado por la hinchada verdolaga, que convirtió la capital en un escenario teñido de verde y blanco. En medio de un partido intenso y marcado por polémicas arbitrales, el equipo dirigido por Javier Gandolfi logró una victoria por la mínima diferencia ante La Equidad, asegurando tres puntos fundamentales en un duelo que, si bien dejó buenas sensaciones en la actitud y el carácter, también evidenció falencias en el juego colectivo.

El primer tiempo fue un reflejo de lo que ha sido Nacional en esta etapa de transición. Un equipo que intenta tomar la iniciativa, pero que todavía luce espeso en la construcción de juego. Hubo dominio territorial en los primeros minutos, pero sin profundidad ni ideas claras en ataque. La mejor ocasión del primer tiempo no fue para Nacional, sino para La Equidad, que al minuto 27 desperdició una chance inmejorable en los pies de Renan Oliveira. La falta de contundencia rival permitió que Nacional siguiera con vida en un partido que, hasta ese momento, estaba para cualquiera.

La segunda mitad comenzó con un Nacional replegado ante un rival que asumió el protagonismo. La Equidad adelantó líneas y empezó a generar peligro, obligando a Nacional a defenderse con orden pero sin la solidez necesaria. La jugada que cambió el partido llegó al minuto 65, cuando el árbitro José Ortiz revisó el VAR y decidió expulsar al arquero Luis Marquínez por una falta sobre Santiago Gómez. Con un hombre menos, Gandolfi tuvo que rearmar el equipo, sacrificando a un jugador de campo para dar ingreso al arquero suplente Harlen Castillo. Desde ese momento, la estrategia cambió: resistir y aprovechar la mínima oportunidad en ataque.

Nacional, pese a la inferioridad numérica, entendió que a veces no hace falta dominar para ganar. Resistió con orden, sufrió algunos embates de Equidad y apostó a la inteligencia en los momentos clave. Al minuto 82, en una de sus pocas aproximaciones del segundo tiempo, apareció una jugada brillante de Camilo Cándido, que asistió a Andrés Salazar para que, con una definición precisa, desatara la celebración verdolaga. Un gol de oro en un partido complejo, un golpe de autoridad para un equipo que sigue buscando su mejor versión.

Foto: Atlético Nacional

Más allá de la victoria, el análisis debe ir más allá del resultado. Este equipo todavía no encuentra un circuito de juego confiable en ataque. Se le ve espeso, sin ideas claras en la elaboración y con un problema evidente en la posesión del balón. Si bien la victoria siempre da tranquilidad para trabajar, Gandolfi debe enfocarse en darle más fluidez al equipo si quiere consolidar un modelo de juego ganador. Hay sociedades que no pueden tocarse. La dupla Marino-Román fue la más desequilibrante del FPC el año pasado, y separarlos o modificar sus roles sería un error grave. La estructura ofensiva de Nacional necesita estabilidad, y eso pasa por respetar las conexiones que han funcionado.

Otro punto clave es la recuperación de Sebastián Guzmán. Es un jugador con talento, pero su nivel actual está lejos de lo que puede aportar. La confianza y la continuidad serán determinantes para que retome su mejor versión. Nacional necesita un mediocampo sólido y con buen pie, y Guzmán puede ser una pieza fundamental si logra reengancharse en la dinámica del equipo.

Foto: Atlético Nacional.

El final del partido se calentó, con expulsiones en ambos equipos y una sensación de bronca en el conjunto bogotano, que sintió que pudo haber hecho más. Pero la realidad es que Nacional, con lo justo, sacó adelante un partido que en otros contextos se le hubiera escapado. Bogotá sigue siendo territorio verdolaga, y eso no es un dato menor. Nacional se siente cómodo en la capital, y su hinchada, fiel a su historia, vuelve a demostrar que no importa el lugar ni la circunstancia: siempre están ahí.