‘Fichaje’ del Madrid para la Champions | OneFootball

Ante la carestía de ‘doses’, Ancelotti se decantó por Lorenzo. Debutó en Copa, levantó la Intercontinental y ante Las Palmas cumplió otro sueño: jugar en el Bernabéu.

“Jugar en el Bernabéu es el sueño de mi vida. El de cualquier niño y sobre todo el mío”. Una frase que pocos pueden pronunciar con tanto orgullo como Lorenzo Aguado. Tiene 22 años y lleva 15 en La Fábrica. Categoría a categoría. Todas. Y una a una, sin saltos. Tampoco pasos atrás. Desde el Benjamín B hasta el primer equipo. Sin prisa ni pausa. Empapándose del Real Madrid con dos referentes en su horizonte: Nacho y Carvajal. Por el qué, leyendas del Madrid; también por el cómo, su forma de ser. Con la normalidad por bandera, como Lorenzo. Así ha quemado cada etapa. Hasta que, curiosa y lamentablemente, la lesión de uno de sus ídolos abrió una rendija. Y por ahí, como casi siempre, cuando muchos miraban en otras direcciones, se ha colado el lateral. Sin Carva ni fichajes, Lorenzo Aguado.

Es el dos en la recámara… y también, poco a poco, en la superficie. Levantó la Intercontinental en Doha, pero su debut fue en Copa. Como titular, además. Algo más de una hora. Un encuentro ante la Deportiva Minera donde radiografió su fútbol: valentía en campo contrario hasta llegar a rozar el gol, buen pie para el centro y solvencia en el propio. Después, llegó Las Palmas. En el Bernabéu. “El sueño de mi vida”. Ya puede tacharlo. El siguiente tick, la Champions, tendrá que esperar un poco más. Si alguno se pregunta por qué no aparece en las listas de la máxima competición continental, la respuesta es sencilla: no puede. Todavía no…

Cuando se trazó la Lista A aún estaba disponible Carvajal y con él y Lucas, la posición estaba cubierta. Más teniendo la Lista B como botón de emergencia. Ahí se pueden incluir canteranos y puede cambiarse antes de cada partido. Pero, y ahí está el quid, “un jugador puede ser inscrito en la Lista B si ha nacido el 1 de enero de 2003 o después”, explica UEFA. Lorenzo nació el 19 de septiembre de 2002. Tras la fase de grupos y antes de las eliminatorias, el Madrid puede incluir a dos nuevos integrantes. La idea del club, y la esperanza del jugador, es que uno de ellos (quizá el único cambio) sea Lorenzo.

Compromiso y olfato

A Ancelotti le ha conquistado su fútbol, también su buena predisposición, relación con todos y polivalencia: Raúl le ha utilizado con asiduidad como central diestro ante el aluvión de bajas del Castilla. Sabe donde está y entiende la idiosincrasia del Real Madrid. De hecho, si preguntan por él en Valdebebas, la respuesta es común: “Es el canterano modelo”. Sólo ha tenido una experiencia fuera de La Fábrica desde que llegó del Illescas a los siete años. Una cesión en el Navalcarnero donde, a pesar de los problemas físicos, marcó cinco tantos en 14 partidos. Porque esa es otra de sus características. Quizá no regale highlights ni bicicletas para la galería, pero tiene, además de compromiso, olfato para anotar.

“Siempre ha marcado goles”, apuntan desde su entorno. Y recuerdan: “Mira, en su último año en el Illescas hizo 47 goles… ¡y porque su entrenador le mandaba al banquillo cuando ya llevaba tres!”. Otro buen ejemplo, su temporada en el RSC Internacional, ahora Real Madrid C, la saldó con diez zarpazos a pesar de ser lateral. Muestra de su colmillo y de su sentimiento colectivo: tenía sitio en el Castilla, pero desde el club se le pidió aplazar el salto al primer filial para fortalecer el segundo. Acató y brilló.

Con cartel y renovado

Ahora está recogiendo todos esos frutos. Por eso hace oídos sordos a cualquier canto de sirena que llegue. Y los hay. En verano tuvo ofertas para salir del Madrid, pero lo que aceptó fue la oferta de renovación del club hasta el 30 de junio de 2026. Y también ahora tocan su puerta, en el mercado invernal. Algunos equipos de Primera y del extranjero han tanteado su situación, pero Lorenzo pone su mente ‘en blanco’. Ha esperado con paciencia. Pasando por momento complicados, cuando otros compañeros recibían la llamada de las inferiores o del primer equipo mientras él quedaba en un segundo plano. Ahora ha llegado la oportunidad, es él quien está en el centro del escenario, y quiere exprimirla.

¿Quién es Lorenzo?

Pero, ¿qué hay detrás de ese dorsal 39 del Real Madrid? Exactamente lo mismo que cuando lleva la elástica puesta, normalidad. No le busquen vistiendo como una estrella del rock. Una de sus últimas inversiones, de hecho, han sido unas Normatec para recuperar mejor físicamente (unas botas de compresión para mejorar la recuperación). Es más fácil encontrarle llevando a su primo a jugar al fútbol que en una discoteca.

O delante de libros. Porque ya es graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFYD) y ahora ha puesto el foco en aprender inglés. No tiene mal nivel, pero va tres veces a la semana a clases. “Nunca sabes qué te deparará el futuro, el Madrid puede no ser para siempre”, deslizan quienes mejor le conocen. Pero en la mente de Lorenzo sólo está el Madrid. Cumple su sueño y el de sus padres, ambos abonados. Volar en el campo y que no lo haga la imaginación. Lorenzo, “el canterano modelo” del Real Madrid.

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