Ferro dejó escapar otra oportunidad y el descenso lo acecha. | OneFootball

En Caballito, Ferro empató 2 a 2 ante Racing de Córdoba y volvió a desperdiciar una ocasión valiosa para tomar aire en la pelea por la permanencia. Martín Campos, con un gran tiro libre, y Nicolás Montiel, de cabeza, marcaron para el local, que a falta de cinco fechas se encuentra a apenas un punto de la zona roja y con un margen de error cada vez más reducido.

El encuentro dejó sensaciones ambiguas. Por un lado, el equipo de Rondina mostró más ímpetu ofensivo que en otros compromisos: generó ocasiones, revirtió dos veces el marcador y convirtió dos goles en un momento de extrema necesidad. Sin embargo, en este tramo del campeonato los méritos ya no alcanzan. La urgencia es ganar, aún sin brillo, y la igualdad vuelve a colocarlo en un escenario crítico.

El Verdolaga apostó nuevamente por una línea de cinco defensores, pero el sistema volvió a exponer falencias. Racing, con pocos hombres en ataque, encontró espacios y facilidad para llegar al área rival. La falta de coordinación entre los tres centrales —Boolsen, Rivero y Meritello— dejó demasiadas libertades a Chavarría, quien manejó los tiempos con comodidad y participó en el segundo tanto de la visita. La desconexión se repitió en las transiciones: Olguín quedó aislado en la contención, los volantes llegaron tarde a los relevos y los laterales, volcados en ataque, descuidaron la espalda. Así, más allá de la voluntad ofensiva, Ferro volvió a mostrarse vulnerable en defensa y sin un orden que respalde su propuesta.

En medio del desconcierto colectivo, Martín Campos fue el faro futbolístico. El mediocampista asumió la conducción, pidió la pelota en los momentos de mayor nerviosismo y coronó su actuación con un golazo de tiro libre. Con escasos socios en la creación, fue prácticamente la única vía de juego claro. Montiel acompañó con sacrificio y recibió su premio en forma de gol, tras un preciso centro de Ayala. La fórmula ofensiva se basó en el envío de centros desde los laterales, una estrategia repetida y muchas veces previsible. Aun así, el empuje le permitió al equipo arrinconar a la visita en el complemento, donde Maslovski, arquero de Racing, terminó siendo figura.

La segunda mitad mostró a Ferro como dominador territorial, más por el repliegue cordobés que por un funcionamiento aceitado. Rondina buscó soluciones con variantes desde el banco, pero no logró quebrar la resistencia rival. Quedó la sensación de que el equipo generó lo suficiente para quedarse con los tres puntos, aunque nuevamente la falta de contundencia y los problemas defensivos impidieron concretar.

En este contexto, las mejoras aisladas dejan de tener valor. Con los rivales directos sumando, el empate en casa se convierte en un resultado insuficiente. Ferro sigue dependiendo de sí mismo, pero la soga se acorta. El margen ya no existe: lo que resta son victorias, o la permanencia quedará seriamente comprometida. En cuanto a la fecha 30 los de Caballito visitaran a Quilmes, el cervecero, mientras que Racing de Córdoba recibirá al Patrón de Paraná.

Imagen: @FerroOficial Lautaro E. Petroccello