El Real Madrid no encuentra un 10 español desde que lo llevó un culé antimadridista | OneFootball

Han pasado 27 años desde la última vez que un futbolista español lució el dorsal número 10 del Real Madrid. Veintisiete temporadas sin que un jugador nacional merezca, en opinión del club blanco, portar el número más simbólico del fútbol.

El que se reserva para los elegidos. El de los cracks diferenciales. El que ha vestido, por ejemplo, Luka Modric durante más de una década.

El problema no es solo la sequía. Es la paradoja. Porque el último español que lo llevó fue Luis Enrique.

Un futbolista que, años después, no tuvo reparos en reconocer que nunca se sintió cómodo en el Real Madrid.

Es más, que acabó desarrollando una animadversión evidente hacia el club blanco. Y hasta llegó a convertirse en uno de los iconos más queridos por la afición culé tras su salto directo al Barça en 1996.

Luis Enrique fue el último 10 de nacionalidad española del Real Madrid | La Galerna

De ídolo blanco… a estandarte del barcelonismo

Luis Enrique vistió el 10 del Real Madrid entre 1994 y 1996. Jugó 213 partidos con la camiseta blanca, marcó 18 goles y ganó una Liga, una Copa y una Supercopa. Pero su nombre no aparece entre los grandes mitos del madridismo.

Ni siquiera entre los respetados. Su posterior carrera, completamente vinculada al Barça como jugador y entrenador, borró cualquier rastro de afecto merengue.

El asturiano nunca escondió su incomodidad en el vestuario del Bernabéu. Al contrario. Su discurso siempre ha estado teñido de un cierto resentimiento hacia el club que lo fichó del Sporting.

Lo dejó claro en varias entrevistas y, más recientemente, en su etapa como seleccionador, cuando su supuesta frialdad con los jugadores del Madrid levantó todo tipo de suspicacias.

Luis Enrique contra el Barça en su época madridista | ABC

El 10, símbolo sin herederos españoles

Desde entonces, ningún español ha vuelto a heredar ese número sagrado. Lo han lucido estrellas extranjeras como Figo, Robinho, Özil, James Rodríguez, Modric…

Pero ni un solo jugador nacional. Y en la actualidad, el Real Madrid vuelve a tener vacante el dorsal, tras la salida de Modric, sin un heredero claro.

Güler es muy joven. Bellingham ya tiene el 5. Y Mbappé es la opción preferida por Florentino, aunque ni siquiera se ha hablado con él del tema.

Pero lo que es evidente es que ningún español entra en la terna. Y eso en el club no genera conflicto alguno. No es una prioridad.

Un contraste con el Barça

Luis Enrique se fue al Barça y desde entonces ejerce de antimadridista | YouTube

En el Barça la historia es muy distinta. El 10 ha pasado de Messi a Ansu Fati y ahora apunta a Lamine Yamal, símbolo del nuevo proyecto y orgullo de La Masía.

Los tres últimos 10 del Barça, de la cantera de La Masía. Y luego en el Real Madrid presumen de La Fábrica aunque rechacen para el primer equipo todo lo que sale de ahí.

En el Madrid, el símbolo del 10 está huérfano. Y el último español que lo llevó… acabó renegando del club.

Una ironía difícil de digerir para el madridismo.