Diario UF
·9 novembre 2024
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·9 novembre 2024
El Mirandés nos vuelve a mostrar una cara totalmente desconocida, con un ataque bastante estéril. Si en el partido ante el FC Cartagena vimos 12 tiros totales por parte del cuadro jabato, en Tenerife vimos algo completamente diferente, llegando únicamente a 6 tiros totales frente a los 8 del club tinerfeño. Un bagaje ofensivo que se queda por debajo de lo que nos venía acostumbrando el conjunto entrenador por el italiano.
Fuente: CD Tenerife
Se puede decir que el Mirandés pecó de blando ante un CD Tenerife que llegaba en sus horas más bajas. La sensación de haber perdido una final sigue latente, ya que los de Lisci debieron hacer más leña del árbol caído, jugando con el colchón de los 21 puntos que les avalan. Una situación que terminó beneficiando a los locales, que se llevaron el triunfo a merced de un tanto de Rubén Alves en la primera mitad del encuentro.
El 5-3-2 de Lisci permitió al Tenerife lucirse por fuera; ahí es donde apareció la figura de Luismi Cruz, con un partido casi redondo jugando en la delantera junto a Enric Gallego. El habilidoso futbolista andaluz dejó varios detalles de calidad y supo aprovechar los espacios que le generaba jugar con un punta referencia como lo es el veterano ariete catalán. También hay que destacar el partido de Jeremy Mellot como carrilero zurdo, siendo un puñal para atacar los espacios a la espalda del lateral diestro jabato.
Fuente: CD Tenerife
Movimiento más que arriesgado por parte de la directiva tinerfeña. Aunque personalmente admiro a Pepe Mel por su dilatada trayectoria, me parece demasiado pronto para renovarle, lo que supone un acto de fe ciega por parte del CD Tenerife, que lleva tiempo jugando con fuego. Ya que el veterano entrenador parece haberse convertido en una de esas piezas a las que los clubes requieren en momentos agónicos pero no parece ser lo que el club canario necesite para su proyecto a futuro. Sin embargo, el fútbol es cambiante y las piezas puede acabar por encajar definitivamente.