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·18 dicembre 2024
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El Manchester City prepara una ofensiva brutal de cara al mercado de pases de invierno. El agudo bajón de los de Pep Guardiola, producto de las bajas por lesión y los recurrentes fallos en defensa, ha obligado al entrenador catalán a pedir al menos dos o tres refuerzos 'top' en enero. Para el míster, uno de los puestos prioritarios para reforzar en enero, además del pivote (la ausencia de Rodri ha sido clave), es el centro de la zaga.
En solo 16 jornadas de la Premier League, el conjunto 'sky blue' ha encajado 23 goles, 11 menos de los que recibió en toda la temporada pasada en el torneo. En Champions, la imagen del equipo también ha sido muy pobre, con apenas un par de victorias en 6 presentaciones y 9 goles en contra. En ese sentido, el técnico ya habría elegido a su próximo zaguero para superar la crisis defensiva.
Según apuntan las últimas informaciones, Pep habría puesto la mira en uno de los centrales del Barça. Se trata nada más y nada menos que de Ronald Araujo, un defensor que, a pesar de su mala fortuna con las lesiones, sigue siendo muy cotizado en el mercado europeo. El internacional uruguayo recién aspira sumar sus primeros minutos de la temporada este sábado contra el Atlético de Madrid, pero confía en recuperar el ritmo competitivo rápidamente, así como la titularidad bajo las órdenes de Hansi Flick.
De cara al próximo mercado, la directiva mancuniana no escatimará en gastos y el Barça podría sacar ventaja de esta postura. En el caso de Araujo, el 'charrúa' aún es considerado como 'intransferible', pero la necesidad de hacer caja para superar por fin los líos con el 'Fair Play' financiero, junto con un ofertón de los 'cityzens', puede hacer cambiar de parecer a Joan Laporta.
En principio, el City estaría dispuesto a pagar entre 70 y 80 millones de euros por el '4' azulgrana, una cantidad similar a la que, meses atrás, ofreció el Bayern Múnich. Los bávaros recibieron un "no" rotundo y, tomando en cuenta que Flick considera al zaguero de 25 años como una pieza clave para la segunda mitad de la temporada, parece poco probable que el de Rivera pueda marcharse en enero. En cualquier caso, el jugador tendrá la última palabra, ya que la postura de la directiva culé es clara: ningún referente será forzado a salir.