Ander Herrera, cruzado con las lesiones: llegó a la tercera en dos meses en Boca | OneFootball

El español salió solo del césped del estadio Marcelo Bielsa y todo indica que habría sufrido un desgarro en el cuádriceps derecho, a falta de los estudios médicos. Estaría en el límite para el Superclásico ante River.

Desde que llegó a Boca en enero de este año, Ander Herrera no tuvo suerte con las lesiones musculares. A falta de los estudios médicos de este martes, todo indica que el español habría sufrido un desgarro en el cuádriceps derecho. La imagen fue elocuente: se retiró solo al banco de suplentes visitante en la derrota por 2-0 contra Newell’s en Rosario. Si se confirma el gris panorama, sería la tercera que padece en dos meses.

Iban cinco minutos del segundo tiempo en el Coloso Marcelo Bielsa cuando el mediocampista sintió un pinchazo en la diestra. Ni siquiera pidió el cambio, sino que comenzó a caminar hacia donde estaba el cuerpo técnico. Lleno de bronca, golpeó el techo y se tapó la cara con la camiseta, antes de romper en un llanto de tristeza. No alcanzó a jugar 10 minutos, debido a que había entrado en el entretiempo por Milton Delgado y tuvo que ser suplantado por Exequiel Zeballos.

El enojo de Herrera también pasa porque este partido significaba su regreso al equipo luego de dos semanas de ausencia, con receso por la fecha FIFA en el medio.Venía de recuperarse de una sobrecarga muscular en el isquiotibial derecho, sufrida tras la victoria, con gran rendimiento suyo, por 3-0 frente a Central Córdoba en Santiago del Estero. En el interín, se perdió la goleada 4-0 sobre Defensa y Justicia.

En el inicio de la temporada, después del 1-1 ante Argentinos Juniors en La Bombonera, el volante de 35 años había luchado con una lesión de grado II en el isquiotibial derecho, que lo marginó durante la mitad de febrero, en los compromisos contra Unión, Huracán, Racing, Independiente Rivadavia, Racing y la ida de la fase 2 de la Copa Libertadores con Alianza Lima.

Previamente, en los últimos meses de su estadía en el Athletic Club de Bilbao, antes de arribar al club del que era simpatizante desde niño, Herrera había tenido un inconveniente muscular que le impidió disputar los partidos finales de la primera parte de La Liga y de la fase de grupos de la UEFA Europa League.

En las entrañas del predio de Ezeiza esbozaron que Herrera, en caso de que se ratifique el nuevo desgarro en los estudios médico, llegaría con lo justo al Superclásico ante River del 27 de abril y al último sprint de la zona A del Apertura de la Liga Profesional, donde se encuentra segundo con 23 puntos.

Hasta ahora, el saldo del vasco en términos de tiempo en la cancha, más allá de la jerarquía que le aporta al equipo con su visión de juego y pase preciso, es negativo: jugó siete de los 14 encuentros oficiales que afrontó Boca en 2025.