Ancelotti y Modric, el fin de una era | OneFootball

Ancelotti y Modric, el fin de una era | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: Tiralíneas Madrid

Tiralíneas Madrid

·25 maggio 2025

Ancelotti y Modric, el fin de una era

Immagine dell'articolo:Ancelotti y Modric, el fin de una era

Carlo Ancelotti y Luka Modric se despidieron de un Bernabéu bañado en lágrimas y pusieron fin a una era gloriosa en el Real Madrid

Sábado 24 de mayo de 2025. Esa fecha quedará grabada para siempre en la memoria de todos los madridistas. Ese día concluyó una era y dos legados imborrables: el de Luka Modric y Carlo Ancelotti en el Real Madrid.


OneFootball Video


El partido ante la Real Sociedad fue un mero trámite, lo que menos importaba era el fútbol. Cómo iba a importar si cada segundo que pasaba, nos acercaba más esa realidad que ningún aficionado al fútbol quería afrontar.

Se van dos hombres del Real Madrid, pero, sobre todo, de fútbol. Se va un entrenador elegante, educado, caballeroso… un técnico de la «vieja escuela» que, sin embargo, logró gestionar a la perfección un vestuario tremendamente joven, combinándolo con veteranía, y conducirlo hasta el mayor de los éxitos.

Y se va un jugador de esos que ya no quedan. Un ’10’ en peligro de extinción; un croata que jugaba como brasileño; un mago que cambió el sombrero por su «melenita», la varita por sus botas y encontró el mejor de sus trucos en el golpeo de exterior. Un futbolista alejado de la polémica; de los que no quieren focos, pero dan un paso al frente cuando más se los necesita; un tímido que, sin hacer mucho ruido, ganó el primer Balón de Oro tras la era Messi – Cristiano y acabó erigiéndose capitán y futbolista con más títulos en la historia del Real Madrid.

Se van Carlo y Luka, Ancelotti y Modric, el italiano y el croata, el míster y su prolongación sobre el campo, la ceja y la melena, los chicles y los tres dedos… en definitiva, el mejor entrenador del mundo y el mejor centrocampista de la historia.

¡Qué injusto se ha sido contigo, Carlo!

Carletto, voy a empezar por ti. No se dejen engañar, no se marcha el gran gestor, ni el padre de familia, ni al que le falta «látigo» o mano izquierda, se marcha el mejor entrenador del planeta.

¡Basta de eufemismos! ¡Basta de minusvalorar tu historia, inmejorable, con este club! ¡Basta de intentar quedarse con lo menos positivo de un legado, que será eterno, con esta entidad!

Contigo «gané» mi primera Champions. Lograste que me enamorara de la mejor delantera de la historia (la ‘BBC’). Convertiste a un «meme» en el mejor futbolista del mundo. Hiciste de las remontadas la mejor de las costumbres por Chamartín. Y demostraste que, como suele decir el presidente en las presentaciones, «naciste para entrenar a este equipo».

¿Sabes? Creo que nunca hemos sido justos contigo. Llevábamos más de 12 años sin reinar en Europa, nos devolviste nuestra legítima corona y, al año siguiente, acabaste cesado y marchándote sin pena ni gloria.

Volviste cuando más se te necesitaba, nos regalaste dos Champions más (una de ellas, inolvidable) y este año, otra vez, vuelves a decir adiós al club del que ya formas parte de la historia.

Contigo, se marcha ese himno de la décima que, a partir de ahora, cada vez que escuchemos nos recordará a ti; se marcharlos chicles, esa ceja siempre alerta, las bromas en ruedas de prensa, el señorío en el banquillo, la elegancia por bandera y, sobre todo, se marcha un madridista impecable.

¡Gracias por tanto, y perdón por tan poco, Modric!

Ahora voy contigo, Luka. Quién le iba a decir a aquel niño que escapaba de la guerra con un balón entre los brazos que acabaría poniendo el Bernabéu, la gran mayoría de los estadios de LaLiga y el fútbol en general, a sus pies.

Eres historia. Leyenda viva de este deporte. Contigo, se va el último superviviente del mejor centro del campo de la historia. Porque Toni y tú nunca fuisteis lo mismos sin Case; tú no volviste a disfrutar tanto sin Kroos; y, ahora, el fútbol se queda huérfano sin Modric.

«Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde». A veces, me pregunto cómo es posible que por más que oigamos, leamos e incluso repitamos ese maldito refrán no seamos capaces de interiorizarlo y aprender de él.

Cómo es posible que llevemos más de un año criticándote, acusando tu edad, tu falta de ritmo, tu bajón físico… y ahora que ha llegado el momento de despedirnos, a todos se nos escapara alguna lagrimilla.

Este deporte carece por completo de memoria, tú lo sabes mejor que nadie. Así que, solo quedará aceptar la realidad y, como tú mismo dijiste, «no llorar porque se terminó, sino sonreír porque sucedió».

Gracias, Modric. Gracias por permitirme el placer de verte jugar; por tener el orgullo de poderle hablar a mis hijos y nietos de ti, del mago de Zagreb, del «melenitas», del eterno ’10’ blanco… ¡Hasta siempre, Luka!

Visualizza l' imprint del creator