
La Galerna
·24 agosto 2025
3-0: El Madrid apunta alto

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·24 agosto 2025
El Madrid solventó con un 3-0 y buenas sensaciones (sobre todo en el primer tiempo) su primera salida de la temporada en territorio asturiano. Lo hizo merced a un brillante doblete de Mbappé y un tanto de Vinícius.
Llegaba el Madrid a Oviedo con el talante de quien busca el reencuentro con un viejo amigo y escoltado por una afición oviedista respetuosa y afín. La gente se agolpaba en torno al autobús blanco, como una minibusiana a domicilio y carbayona. En el recuerdo, muchos duelos noventeros de un Oviedo memorable y un héroe común en el recuerdo: Peter Dubovsky, el Maradona del Danubio.
Sorprendió Xabi dejando en el banquillo a Trent, Militao, Brahim e incluso Vini, esto último para escándalo de medio X Madrid, pábulo de polémicas y absoluta tranquilidad de quienes entienden que el Madrid está jugando ahora su pretemporada, incluso aunque esta conste de partidos oficiales. Rodrygo, Rüdiger, Mastantuono y Carvajal, de la partida.
En el saque de centro ya dio un susto el Oviedo, plantándose en tres segundos en las barbas de Courtois, que estuvo atento. ¿Señal de pájara inicial? No a juzgar por lo que sucedió a continuación, cuando Rodrygo se internó por la izquierda, su flanco predilecto, para forzar la intervención de Escandell.
El Madrid mostró su nuevo afán de robar en campo contrario, y una buena acción de presión por parte de Mastantuono y Güler fue despejada in extremis por Dani Calvo. Es una nueva filosofía, cuya exigencia física puede explicar en parte la tendencia rotatoria de Xabi. Por lo demás, el Madrid asentaba un dominio natural que se plasmó en una muy habilidosa acción de Mastantuono en la que pudo haber penalti. Antes, Rüdiger había sufrido un agarrón en el área. El colegiado que actualmente camufla su parentesco con nuestro editor, haciéndose llamar simplemente Ricardo De Burgos, se inhibió en ambas instancias. También lo hizo el VAR. Monumental sorpresa.
Como ante Osasuna, al Madrid le costaba generar ocasiones y, también como ante los rojillos, optaba por el tiro de larga distancia por medio de Valverde. El Oviedo se cerraba, aunque también intentaba contragolpes peligrosos. Dendoncker lo intentó de vaselina. Mastantuono se insinuaba como el elemento de mayor peligro en el ataque blanco (hoy blanquinegro), con virguerías promisorias. Güler chutó a la media hora, también con escaso peligro. Más cerca del gol estuvieron los vikingos en un formidable centro del propio Güler al que llegó Mastantuono en el segundo palo, pero su remate se marchó fuera.
En la mejor jugada del partido hasta el momento, una gran combinación entre Mastantuono y Rodrygo acabó en un rechace de Escandell al tiro de este último, y en otro al disparo a continuación de Güler a bocajarro. A renglón seguido, un robo de balón de Tchouaméni (que fue limpio, pese las protestas locales) acabó en una gran asistencia de Güler a Mbappé. El francés se la preparó con un excelente control roulettesco y no perdonó. 0-1 y final del primer tiempo.
El segundo tiempo comenzó con las mismas trazas de dominio y dinamismo de los de Xabi, que encadenaron minutos de posesión abrumadora. Tchouaméni mandaba en el partido con una autoridad incontestable. Con el paso de los minutos, se notó sin embargo a un Madrid gradualmente cansado, y se esperaba que Xabi introdujera cambios. Al Madrid le faltaba brío. Calentaban varios futbolistas, entre ellos Vinícius y Brahim, que al filo de la hora de partido (al cronista le encanta decir “al filo de”) entraron en lugar de Rodrygo y Mastan. Se habían perdido la frescura y la agresividad, y el Oviedo, sin hacer gran cosa ni crear ocasiones, daba la sensación de poder subirse a las barbas. No obstante, en el minuto 69 lanzó el Madrid un contragolpe fulminante que Valverde casi transforma en el segundo. Lo evitó Escandell.
Pese a esa ocasión a favor, el Madrid no mejoró demasiado. Las sensaciones no eran las mismas, y el mensaje en términos de preparación física eran algo inquietantes. Lo decíamos al principio: el Madrid está de pretemporada, y en el ideario de Xabi lo físico es muy importante. En el lado positivo estaba Tchouaméni, que integrado en la defensa se las bastaba y sobraba para frenar al Oviedo en área propia. También tenía tiempo para rematar los córners. A fin de brindar más energía, el tolosarra dio entrada a Gonzalo por Güler.
La inquietud ya no era solo fruto de lo exiguo del marcador y de las fuerzas, sino que Sibo la mandó al palo. Menos mal que una excelente recuperación por parte de Vini le permitió asistir a Mbappé, que sentenció el partido cuando más falta hacía. Ambas jugadas, en cuestión de segundos.
En el 84, Mbappé rozó el hat-trick, pero reforzó el papel de Escandell como héroe local. La cosa estaba vista para sentencia, aunque cabe reseñar la sustitución de Carvajal y Mbappé por Ceballos y Trent, así como el paradón de Courtois a tiro de Hassan y el gol definitivo de Vinícius.
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