La Colina de Nervión
·24 November 2024
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A pesar de los fichajes y refuerzos que recibió en el mercado de verano, el Real Betis continúa inmerso en una vorágine de irregularidad. El equipo dirigido por Manuel Pellegrini siempre sorprende, para bien, o para mal. La contundente derrota (4-2) sufrida en Mestalla, eso sí, ha levantado ampollas en la Avenida de la Palmera. Faltos de ideas y de contundencia defensiva, los verdiblancos firmaron uno de los peores partidos de la temporada. Para más inri, las lesiones siguen sacudiendo a la plantilla. Para paliar esa plaga de bajas, Pellegrini ha tirado de la cantera. Carlos Guirao, el último ejemplo.
El Betis no termina de arrancar. El contundente rapapolvo sufrido en Valencia puso de manifiesto la irregularidad de un equipo al que le cuesta encadenar buenas actuaciones de forma consecutiva. No obstante, ya son tres partidos consecutivos sin que el conjunto bético logre el triunfo. Lo que pudo ser un punto de inflexión (victoria ante el Atlético de Madrid), finalmente se ha quedado en un amago de reacción. Y la paciencia de la parroquia verdiblanca va agotándose. La mala imagen no es fruto de un día, pues en Bilbao; Rui Silva sostuvo al equipo, y ante el Celta, se sacó un empate in extremis. Las matemáticas no mienten. A la espera de que finalice el resto de la jornada, el Betis es noveno con 20 puntos. Una posición muy alejada de los objetivos fijados por el club.
No debe servir de excusa, pero las lesiones lastran y mucho. Especialmente en el medio campo. La lista de bajas en los últimos meses ha dejado bajo mínimos la sala de máquinas. Lo Celso, Fornals, Marc Roca, Isco, William Carvalho o Jhonny Cardoso. Todos ellos tienen algo en común. Han sufrido en sus propias carnes la exigencia de una campaña con tres competiciones distintas. Algunos ya se han recuperado de sus dolencias. Otros, sin embargo, se recuperan en la enfermería a la espera de recibir el alta médica. Pellegrini, mientras tanto, se tira de los pelos en busca de soluciones caseras. Otro tema distinto es conocer las intenciones de la dirección deportiva del Real Betis y si estarían por la labor de lanzarse a por fichajes al mercado invernal. No tiene pinta.
Lo Celso celebra un gol junto a Diego Llorente. I Imagen: Fran Santiago/Getty Images.
Ante el aluvión de bajas, Pellegrini lo tiene claro. Hay cantera. Y hay que echar mano de ella. Si anteriormente había sido Mateo Flores el elegido para ir sumando minutos con el primer equipo, en Mestalla, el turno fue para Carlos Guirao. El madrileño, que ya tuvo minutos en Copa del Rey, está siendo uno de los buques insignia en el filial bético. Sus buenas actuaciones con el Betis Deportivo, unidas a la falta de efectivos en el centro del campo, han permitido al joven canterano debutar en Primera División, aunque el estreno no fuese el soñado.
La puesta en escena de Guirao en Valencia, seguramente, no fue la que el chaval esperaba. Dejó buenos detalles; intercepciones, criterio con el balón y personalidad, pero no fueron suficientes para evitar la catástrofe bética a orillas del Turia. En apenas 15 minutos, el Valencia le endosó tres goles al Betis. De golpe y porrazo, se pasó del 1-1 al 4-1. Pellegrini tuvo que tomar cartas en el asunto y acabó sustituyendo al debutante.
Ex canterano del CD Leganés, Guirao, recaló en la cantera del Betis ante la falta de oportunidades en el sur de Madrid. Pasó de jugar en Tercera RFEF con el filial del Leganés, a hacerlo en Primera RFEF con el Betis Deportivo. Un salto de dos categorías. Aunque el futbolista no sea propiedad, aún, de la entidad sevillana, el club se guardó una opción de recompra de un millón de euros de cara al futuro. Los fichajes del Real Betis están más cerca de lo pensado y no en el mercado.
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