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·11 Desember 2024
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Un día como hoy, pero del año 1979, Paraguay conquistaba América por segunda vez en su historia, luego de la que logró en Lima en el año 1953.
El miércoles 11 de diciembre de 1979 quedó grabado para siempre en la historia del fútbol paraguayo. Esa noche en cancha de Vélez Sarsfield de Argentina, la Selección Paraguaya igualaba sin con Chile y conquistaba la Copa América por segunda vez en su historia, luego de aquel logrado en Lima, en 1953.
Aquel día, en Liniers, la Albirroja y la Roja chilena disputaron el tercer partido definitorio y a los paraguayos les alcanzaba el empate para dar la vuelta olímpica, por conservar mejor diferencia de goles en los dos cotejos definitorios. En Asunción, en la ida, La Albirroja le había a goleado a Chile, por 3-0 y en la revancha, disputada en Santiago, el combinado compatriota cayó por 1-0.
El inicio de la preparación del seleccionado que sería campeón de América, fue casi en silencio. A principios de abril fue nombrado entrenador Luis Magín Gómez y se llamó a un combinado con miras a un amistoso ante Brasil. Los preparativos tuvieron muchos inconvenientes y en cada práctica se notaban ausencias masivas de jugadores, especialmente los de Olimpia y Sol de América, que estaban afectados a la Copa Libertadores.
El jueves 17 de mayo fue el enfrentamiento ante los verdeamarillos, en el estadio “Maracaná”. La derrota de 6-0 fue tan contundente que al regreso a Asunción el combinado fue disuelto y Magín Gómez fue defenestrado del cargo. Hubo algunas situaciones inverosímiles ocurridas en el trayecto como el nombramiento de Salvador Breglia para técnico del combinado mayor y su nueva desvinculación una semana después, por su designación a la selección Juvenil que disputaría el Mundial de la categoría en Rusia.
Para recomenzar la empresa se nombró como nuevo estratega a Ranulfo Miranda, quien arrancó su trabajo en la última semana de junio, realizándose una nueva convocatoria de jugadores.
Paraguay estaba incluido en el Grupo 3 del Sudamericano junto a Ecuador y Uruguay. Previo a esos encuentros la selección realizó tres amistosos contra Bolivia. Se perdió en La Paz (3-1); igualamos en Cochabamba (1-1) y ganamos en Asunción (2-0). El comienzo del Sudamericano estaba a la vuelta de la esquina.
En aquel entonces la Confederación Sudamericana organizaba tres grupos de tres países, con partidos de ida y vuelta entre cada selección y el mejor de cada llave clasificaba a la fase semifinal, donde ingresaba el campeón del torneo anterior. En ese caso fue Perú, que se había consagrado en el Sudamericano de 1975.
El estreno fue el miércoles 29 de agosto ante Ecuador, en la altura de Quito y se aprovecho el envión que traía Olimpia luego de adjudicarse la Copa Libertadores y el onceno compatriota fue conformado nada menos que con ocho jugadores franjeados. Fue triunfo por 2-1, con tantos de Alicio Solalinde de tiro libre y de Hugo Talavera.
La revancha ante los ecuatorianos y los dos partidos ante los uruguayos para completar el grupo clasificatorio se tuvo que jugar sin los jugadores decanos, que andaban muy ocupados por los compromisos oficiales contraídos, como el viaje a México para jugar ante el América, por la Copa Interamericana (encuentro que fue anulado luego) y su cotejo en Suecia, contra el Malmö, por la ida de la Copa Intercontinental.
En Asunción la Albirroja venció 2-0 a Ecuador, con anotaciones de Eugenio Morel y Juvencio Osorio y empató sorpresivamente frente a Uruguay, 0-0, en el Defensores del Chaco y se complicaba la clasificación. En el último partido de aquel grupo 3, jugado el miércoles 26 de setiembre, Paraguay consiguió, en el estadio Centenario, un heroico empate de 2-2 ante la selección “Charrúa” que le sirvió para acceder a la etapa semifinal de la competencia. El liberteño Eugenio Morel fue el autor de los dos tantos, tras dura batalla en el mítico escenario uruguayo. Morel se consagraría como uno de los goleadores del torneo, al sumar cuatro goles.
En los otros grupos clasificaron Chile, en el uno y Brasil, en el dos y en la etapa semifinal se sumó Perú, el último monarca. En la etapa prefinal a Paraguay le tocó de rival Brasil. La selección al que nadie quería enfrentar y la otra llave estuvo conformada por peruanos y chilenos. De ahí saldrían los finalistas.
En aquel entonces eliminar a Brasil era casi imposible y más aun teniendo en cuenta que el panorama en el entorno del seleccionado era desalentador, por las reiteradas ausencias de los jugadores a las prácticas y más que nada por la desorganización imperante entre directivos de aquella época.
En el primer cotejo semifinal, disputado el miércoles 24 de octubre, en un estadio Defensores del Chaco repleto, el seleccionado paraguayo consiguió un triunfo memorable de 2-1 sobre los brasileños, con tantos de Hugo Talavera y otro de Eugenio Morel, que fue de antología tras una espectacular chilena que quedó en la mente y el corazón de los que asistieron esa gloriosa noche.
El partido de revancha fue jugado una semana después, el 31 de octubre, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. La Albirroja consiguió, como en Montevideo, otro sensacional empate de 2-2, con tantos de Milciades Morel y Romerito, que le sirvió para arribar a la final del torneo. En la otra llave Chile eliminó a Perú y la final se jugaría entre paraguayos y trasandinos.
En el primer duelo final, los nacionales vencieron por 3-0, el 28 de noviembre, en el Defensores del Chaco, con dos anotaciones de Julio César Romero y otro del “Tanque” Milciades Morel y en la vuelta venció Chile, 1-0 y hubo que recurrir a la finalísima.
Antes del primer partido final y también de la finalísima, hubo un planteamiento económico de parte del plantel, que era cobrar premios atrasados y un aumento de la bolsa a repartir en caso de campeonar, que solo sirvió para “cortar la cabeza” del capitán Hugo Talavera, que fue tildado de cabecilla. Luego hubo un parte médico que justificaba la ausencia del “Tala” por “lesión”, pero sin fundamento.
Así, en un ambiente nada propicio y sin Talavera, la plantilla albirroja viajó a Buenos Aires para afrontar el partido decisivo contra el conjunto trasandino. Para poder destrabar la crisis los jugadores decidieron jugar “gratis” la finalísima. Cosas de la época, muy lejana a los tiempos actuales. Al final mediante la gestión de algunos directivos como Osvaldo Domínguez Dibb y Pedro Engel, el plantel cobró 16.000.000 de guaraníes por la obtención del título. Muy poca plata teniendo en cuenta que la plantilla campeona estuvo compuesta de 32 jugadores.
En medio de innumerables problemas se llegó al martes 11 de diciembre de 1979, para afrontar el partido definitorio, en cancha de Vélez Sarfield. Luego de más de 120 minutos de intensa lucha, sumados los 90 minutos reglamentarios, más los 30 de alargue, se gestó la hazaña albirroja, con el empate de 0-0, que otorgó el cetro de campeón.
EL PARTIDO DE LA CONSAGRACIÓN PARAGUAY 0 – CHILE 0
Miércoles 11 de diciembre de 1979. Estadio: Vélez Sarsfíeld. Árbitro: Arnaldo César Coelho (Brasil). Líneas: Edison Pérez (Perú) y Ramón Barreto (Uruguay).
Paraguay: Roberto Fernández; Juan Espínola, Roberto Paredes, Flaminio Sosa y Juan Bautista Torales; Aldo Florentín, Carlos Kiese y Julio César Romero; Amado Pérez (79’ Cristín Cíbils), Milciades Morel y Osvaldo Aquino (61’ Luis Torres). D.T: Ranulfo Miranda.
Chile: Mario Osbén; Mario Galindo, René Valenzuela, Elías Figueroa y Enzo Escobar; Carlos Rivas, Rodolfo Dubó (90’ Fabián Estay) y Manuel Rojas; Carlos Caszely, Óscar Fabbiani (61’ Patricio Yañes) y Leonardo Veliz. DT: Luis Santibáñez. Gol: no hubo. Público: 6.000 espectadores
EL PLANTEL CAMPEÓN Arqueros: Roberto Fernández (Cerro Porteño) y Alcides Báez (Libertad)
Defensores: Alicio Solalinde (Olimpia), Juan Espínola (Libertad), Roberto Paredes (Olimpia), Flaminio Sosa (Olimpia), Juan Bautista Torales (Sportivo Luqueño), Cristín Cíbils (Atlético Tembetary), Alejandrino Arce (Atético Tembetary), Gerónimo Ovelar (Cerro Porteño) y Juan Manuel Villalba (Libertad).
Mediocampistas: Aldo Florentín (Cerro Porteño), Carlos Kiese (Olimpia), Hugo Talavera (Olimpia), Julio César Romero (Sportivo Luqueño), Arecio Colmán (Libertad), Osvaldo Aquino (Olimpia), Juvencio Osorio (Cerro Porteño), Luis Torres (Olimpia), Tito Prisciliano Vera (Libertad) y Mariano Pesoa (Cerro Porteño).
Delanteros: Evaristo Isasi (Olimpia), Milciades Morel (Libertad), Eugenio Morel (Libertad), Roberto Cabañas (Cerro Porteño), Pedro Nelson Fleitas (Libertad), Enrique Villalba (Olimpia), Adalberto Escobar (Libertad), Arsenio Meza (Libertad), Juan Ramón Sandoval (River Plate), Isabelino Acosta (Sol de América) y Amado Pérez (Sol de América).
Cuerpo técnico: Ranulfo Miranda (entrenador); Rubén Montanía (preparador físico). Néstor Ayala (kinesiólogo) y Rodolfo Alarcón (utilero).