La Galerna
·16 November 2024
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·16 November 2024
Buenos días, amigos. Una selección española carente por completo de jugadores del Real Madrid ganó anoche a Dinamarca en el contexto de una competición inventada para dejar de llamar amistosos a lo que antes eran simplemente amistosos pero ahora sería demasiado sangrante llamarlos así.
Ya sabéis cómo va: los equipos nacionales secuestran a los futbolistas de sus clubes, que son quienes les pagan, a trueque de la presunta satisfacción de un presunto orgullo patrio por parte de los futbolistas, y de absolutamente nada para dichos clubes. Antes los secuestraban, en algunas ocasiones, para jugar lo que con agradecible honestidad eran puras pachangas. Ahora, encima, toman a los clubes por imbéciles y le dan al asunto una pretendida pátina de oficialidad insertando los partidos en el contexto de una competición pomposamente llamada Nations League. Tranquilos, clubes, ya no son pachangas. Es la Nations League. Como diría Toni Kroos, “wow. Thanks very much”.
De la solemnidad hay que desconfiar siempre. Nations League. Solemne nombre para designar una competición que parece artificial por la sencilla razón de que lo es, ideada para que UEFA y FIFA puedan seguir esquilmando a los clubes también en los años en que no haya Eurocopas ni Mundiales. Ni el resquicio de esos años alternos nos queda ya a quienes sencillamente pensamos que quien desee a los futbolistas para algo debe pagar por sus servicios. Éticamente, se antoja una opción más plausible que expropiarlos temporalmente para que los clubes afronten con las canillas temblando la opción de que sus jugadores se rompan el cruzado, o bien acumulen en las piernas suficientes partidos como para rompérselo en otro momento, o bien simplemente se cansen y ese cansancio repercuta después en su rendimiento con los clubes, que son quienes les pagan.
Se nos olvidaba. Estos partidos sirven también para que entidades deportivas depauperadas, y en algunos casos desprestigiadas por haberse comprado la liga de su país pagando durante un mínimo de 17 años al estamento arbitral, puedan incrementar el valor de mercado de sus futbolistas y de esta forma poder mirar al futuro con un poco de optimismo. Siguen siendo pachangas. Siguen siendo partidos de solteros contra casados, o contra Casadó.
Mundo Deportivo continúa con el monoargumento del partido de La Roja (la siguen llamando así, para incrementar el alipori), pero añade a su frontispicio una referencia al encuentro de la Liga F entre el Real Madrid femenino y el Barça, que se disputa esta noche. El periódico de Godó, grande de España, admite que las entrenadas por Toril llegan “muy reforzadas” y “aspiran a ganar”. Sería un hito para la sección el conseguir derrotar, por fin, al equipo más fuerte del mundo. Las blancas llegan pletóricas después de derrotar 7-0 al Twente, y con la sensación de que esta vez se ha dado con la tecla en los fichajes. Leopolz y Weir conforman una medular extraordinaria junto con peones de brega como Tolleti o Teresa, y llegan en gran forma delanteras como Linda Caicedo o Naomi Feller.
De todos modos, no hay que ver el partido como el principio y el fin de todas las cosas, ni sacar conclusiones taxativas tras el mismo para el largo plazo. Pase lo que pase. Si no se consigue mañana, se conseguirá pronto. La apuesta de este año en la sección tiene todos los argumentos para salir bien.
Pasad un buen día.