Protestas en EE. UU. ponen en duda el Mundial de Clubes y la Copa Oro | OneFootball

Las recientes protestas de inmigrantes en Los Ángeles y otras ciudades estadounidenses, junto con la imposición de toques de queda, han generado preocupación sobre la organización del Mundial de Clubes y la Copa Oro. Ambos torneos tienen programadas varias sedes en Estados Unidos, y la situación social podría interferir en aspectos logísticos clave.

La seguridad de los equipos, aficionados y personal técnico es una prioridad, especialmente si las restricciones de movilidad afectan el acceso a estadios, hoteles o entrenamientos. Una extensión del toque de queda o el aumento de la tensión social podría obligar a reprogramar partidos o incluso a considerar sedes alternas.

Además, la asistencia del público podría verse reducida, particularmente en comunidades latinas, que son protagonistas tanto en la cancha como en las gradas. Los organizadores temen que el ambiente hostil o las medidas migratorias disuadan a muchos de participar activamente en los eventos.

La FIFA y la Concacaf observan de cerca la situación, conscientes de que una escalada podría dañar la imagen de Estados Unidos como anfitrión deportivo, a un año del Mundial 2026. Por ahora, todo sigue en pie, pero el margen de maniobra se acorta con cada jornada de protestas.