Portugal corta el idilio español | OneFootball

Portugal venció a España en la tanda de penales y se corona bicampeona de la Nations League

La selección española se ha caído de las nubes. Tras un primer tiempo de dominio total, La Roja no pudo con una Portugal guerrera, que se hizo grande en penales y se ha convertido en el primer bicampeón de la corta historia de la Nations League. Los lusos se repusieron en dos ocasiones de un resultado adverso y, con goles de Nuno Mendes y Cristiano Ronaldo, llevaron la batalla hasta los once metros para que Diogo Costa se convirtiera en protagonista.

Con Nuno Mendes como máxima figura, siendo clave en ambos tantos durante los noventa minutos, al final fue el fallo de Álvaro Morata en la tanda de penales lo que decantó la balanza para Cristiano Ronaldo y los suyos. El máximo ídolo portugués, el de Madeira, ha alzado su tercer título con la selección: una Eurocopa y dos Nations League.

Primer tiempo

Fue España la que desde el primer momento asumió el protagonismo del partido y, si bien no monopolizaba la posesión, la mayor parte de los primeros minutos se desarrolló entre el mediocampo y la mitad de cancha portuguesa. Desde muy temprano los dirigidos por Luis de la Fuente entendieron por dónde estaba la clave para conseguir la victoria: Nico Williams. Los españoles apostaron todo al duelo entre el vasco y Joao Neves, el mediocentro del PSG obligado a cubrir el lateral derecho. Las primeras búsquedas de Williams llegaron a través de pases filtrados de Fabián Ruiz entre lateral y central, y a partir de ahí el futbolista del Athletic Club venció una y otra vez a su marcador.

Las primeras ocasiones de peligro de los campeones de Europa llegaron desde los pies de Nico Williams. Cuando se cumplía el primer cuarto de hora, Dean Huijsen lanzó un balón larguísimo para habilitar al extremo, que éste se le escapara a Joao Neves y encontrar a Pedri llegando completamente solo a la frontal del área, pero el disparo del canario se fue desviado. Dos minutos más tarde, el nacido en Pamplona retó a Neves en el uno contra uno, ganó, enganchó y desenfundó un remate con rosca que amagó con ir a la escuadra. Tras aquellos avisos, Roberto Martínez ajustó y le asignó a Rúben Dias la tarea de marcar -o al menos ayudar a- a Nico.

A los veinte minutos, Mikel Oyarzabal destrabó una jugada y le mostró el camino a los suyos para llegar al gol. El de la Real Sociedad iba a recibir de espaldas y, de primera, le dejó un taconazo a Martín Zubimendi, que se iba en carrera con el arco rival de cara y los centrales lusos descolocados. Zubimendi abrió hacia la derecha para Lamine Yamal, que metió un centro. Los portugueses fueron incapaces de despejar el envío del chico catalán y finalmente, tras una serie de rebotes, fue el propio Zubimendi quien aprovechó para definir con el arco vacío y poner a La Roja por delante en el marcador.

Mikel Oyarzabal celebra su gol a Portugal antes de irse al descanso (Alexander Hassenstein/Getty Images)

España volvió a llegar con el peligro, pero, justo en su momento de mayor dominio, Portugal se repuso. Al minuto 26, Joao Neves y Bruno Fernandes en pocos toques trasladaron el balón a las fronteras del área española. Una vez ahí, descargaron en Pedro Neto por el costado izquierdo y el del Chelsea conectó con Nuno Mendes, que aparecía en esa zona entre lateral y central, y no se lo pensó dos veces para rematar cruzado y devolver la igualdad al luminoso.

El gol portugués alteró el resultado, pero no el desarrollo. España siguió haciendo sentir su superioridad y azotando la banda derecha de Portugal. Williams siguió siendo un constante peligro para el equipo luso y a la media hora estuvo cerca de marcar su gol; Yamal lo vio demarcándose a la espalda de los centrales y pinchó la pelota para dejarlo mano a mano con Diogo Costa, pero el guardameta del Porto achicó espacios rápidamente para impedirle disparar. El segundo gol español tardaría quince minutos más en llegar; antes de irse a los vestuarios, España recuperó en la mitad del campo, Pedri condujo y filtró un pase a la medida para Oyarzabal, que venció a Costa pese a su veloz reacción.

Segundo tiempo

Tras volver del descanso, España seguía controlando el juego, aunque sin ser abrumadoramente superior. Portugal cedía la pelota y aceptaba apostarlo todo al contraataque. Los hispanos tuvieron algún que otro disparo y varios acercamiento de cuidado, pero no llegaron a morder lo suficiente. A través de Huijsen eran capaces de ganar muchos metros en salida y empujar al bloque rival, pero los espacios se reducían en tres cuartos y el balón terminaba moviéndose de un lado a otro sin encontrar huecos por carriles internos.

Portugal, que no había generado chances claras de gol hasta el momento, volvería a golpear a los españoles a la hora de partido. Nuno Mendes volvía a herir de gravedad al contrario, esta vez con una escapada por banda izquierda; el lateral del PSG metió un centro raso que se encontró con el pie de Le Normand y Cristiano Ronaldo aprovechó el desvío para ganarle la posición a Cucurella en el área chica y castigar el arco español con Unai Simón lo suficientemente lejos como para poder reaccionar. Los aficionados lusos soltaban un grito de euforia y coreaban el nombre de su máximo ídolo en las gradas del Allianz Arena.

Para España las posesiones empezaron a ser mucho más densas que en el primer tiempo. Tras el cambio de Roberto Martínez en el descanso, dándole entrada a Nelson Semedo en lugar de Joao Neves para tener un lateral natural marcando a Nico Williams, las prestaciones del extremo se redujeron notablemente. Ya sus compañeros no lo encontraban en posiciones favorables y, con ello, la profundidad del equipo fue cada vez menor. Ante estas dificultades, Lamine Yamal y compañía probaron la media distancia como alternativa, pero ninguno de sus remates exigieron en demasía a Diogo Costa.

Cristiano Ronaldo celebra el empate contra España (Alexander Hassenstein/Getty Images)

Eso hasta el 82′, cuando por fin España pudo romper líneas con una conducción y encontrar al recién ingresado Isco con tiempo y espacio suficiente para acomodar un disparo que forzó al guardameta a estirarse al máximo para evitar el tanto del andaluz. Los españoles encadenaron rápidamente dos acciones de peligro, pues pocos minutos después encontraron a un hombre libre, que definió de cucharita, pero un defensor portugués llegó in extremis para sacar el balón de la línea; eso sí, la jugada que dó invalidad por un claro fuera de juego.

Pese a esas dos ocasiones concretas, Portugal no sufrió el tramo final del encuentro; es más, no sólo no sufrió, sino que incluso controló el devenir. Eran los lusos los que lucían más cómodos con lo que sucedía en el campo de juego. España no podía encontrar su mejor versión, no podía relacionarse, asociarse, herir. Y de hecho los lusos los que más cerca estuvieron de llevarse el triunfo en los noventa minutos, con un último tiro libre desde el costado izquierdo lleno de veneno en el que tuvo que intervenir Unai Simón con una estirada. Tras la aparición del portero vasco, Sandro Schärer pitó el final. Había prórroga.

Prórroga

Como Nico Williams en el primer tiempo con España, ahora era Rafael Leao quien agitaba el partido para Portugal. Ya en los últimos minutos del segundo tiempo la estrella del Milan se hizo notar y en el tiempo extra mantuvo la tónica, buscando continuamente el uno contra uno y encarando a los defensores hispanos. En cuestión de dos minutos el extremo ya había provocado dos jugadas de peligro; en la primera, la zaga española pudo apagar el incendio, pero en la segunda su asociación con Nuno Mendes le permitió al lateral entrar solo al área y dejarle el gol servido a Nelson Semedo, que llegaba desmarcado al área chica, pero el futbolista de los Wolves desperdició una oportunidad única.

España vivía su peor momento en el partido -y en meses-. Entre Rafael Leao y Nuno Mendes los arrinconaron contra su propia área y los defensores eran incapaces de neutralizar su velocidad y sus incursiones. A los campeones defensores les costaba un mundo salir jugando y tampoco tenían la precisión necesaria para herir a los portugueses con transiciones rápidas. El juego se desarrollaba en la mitad del campo español y el tercer gol luso parecía estar al caer, con constantes bombardeos al área desde la banda izquierda. No obstante, nunca apareció una pierna que capitalizara el desborde de Leao y Mendes, y España llegaba viva al 105′.

El cansancio entre los jugadores españoles era evidente y Luis de la Fuente se decantó por la decisión más arriesgada: España saltó a la segunda parte de la prórroga sin Lamine Yamal. La estrella del FC Barcelona, pieza angular de la selección, tuvo una noche más bien discreta, que fue aún de peor nota en el tiempo extra, y el entrenador riojeño prefirió dar ingreso a un jugador más eléctrico como Yéremy Pino.

Ciertamente el guion cambió en el último cuarto de hora. España, sin ser profunda ni amenazante, volvía a tener el control de la pelota y se plantaba en campo contrario. La Portugal de Roberto Martínez retomaba el bloque medio-bajo en busca de recular esfuerzos y esperar el momento para sorprender al contraataque o, si no, dejar que el tiempo se agotase y que el vencedor se definiera desde el punto penal.

Con el paso de los minutos, España se acercaba más y más, y ya encontraban espacios en el área. Más de un balón entro en territorio de Diogo Costa y los centrales lusos tuvieron que despejar con su último estirón para evitar un gol que, a esas alturas, significaba una herida mortal. Aun así, la última oportunidad de gol fue para los portugueses; en el último minuto de la prórroga, tras una larga secuencia de pases, Portugal metió un centro desde la banda derecha y Diogo Jota ganó el duelo aéreo, pero su disparo se fue por encima del arco.

Finalmente, tras siete cobros excelsos en la tanda de penales, Álvaro Morata no pudo vencer al portero portugués y Rúben Neves marcó el quinto para hacer campeona Portugal. Estalló la alegría en las gradas del Allianz y desbordaron las lágrimas entre una generación de futbolistas portuguesas hambrientos de gloria. Es el primer título para jóvenes que iluminan el futuro luso, como Nuno Mendes y Vitinha, mientras que Cristiano Ronaldo tampoco podía contener el llanto ante la que puede ser su última conquista con el combinado nacional.

Ficha técnica

XI de Portugal: Costa; Neves (46′), Dias, Inácio (74′), Mendes; Silva (74′), Vitinha, Fernandes; Conceição (46′), Ronaldo (88′), Neto (105′).

Suplentes: Sá, Silva, Dalot, Veiga (74′), Silva, Semedo (46′), Mora, Palhinha, Leao (74′), R. Neves (46′), Ramos (88′), Trincao, Jota (105′), Félix, Gonçalves.

XI de España: Simón; Mingueza (93′), Le Normand, Huijsen, Cucurella; Zubimendi, Ruiz (75′), Pedri (75′); Yamal (105′), Oyarzabal (111′), Williams Jr (92′).

Suplentes: Raya, Remiro, Porro (93′), Cubarsí, Vivian, Merino (75′), Gavi, Olmo, Pino (105′), Baena (92′), Grimaldo, Isco (75′), López, Morata (111′), Aghehowa.

Goles: Zubimendi (21′), Mendes (26′), Oyarzabal (45′), Ronaldo (61′)

Estadio: Allianz Arena (Múnich, Alemania)

Árbitro: Sandro Schärer

Imagen de Lars Baron/Getty Images