Luis Miguel Salvador y la época dorada de Rayados | OneFootball

MÉRIDA, Yucatán.– El directivo mexicano Luis Miguel Salvador fue parte de una época dorada para los Rayados del Monterrey; si bien fue hace 8 años, las condiciones y los presupuestos manejados eran limitados y mucho menores a lo que se maneja hoy en día.

“En mi época no se compró ningún jugador de 10, 12, 14 millones, no había, eso era utópico,” – confirmó – “Nuestra exigencia era muy alta, además de la exigencia del entorno. Cuando uno está consciente de lo que quiere y está trabajando en eso, te vas autoexigiendo”.

Uno de los jugadores más icónicos de aquel plantel regio fue el chileno Humberto ‘Chupete’ Suazo, quien llegó a través de una comida entre el futbolista, el entonces entrenador de Monterrey, Miguel Herrera, y Luis Miguel Salvador en un restaurante en Chile.

“Yo le hablé a Miguel Herrera y le dije: ‘Vamos a comer con Suazo a Chile’. Aterrizamos en Santiago, pasaron por nosotros, nos llevaron al restaurante; llegó Suazo, comimos, platicamos un buen rato, horas en la tarde; del restaurante nos fuimos al aeropuerto y nos regresamos”, comentó el exdirectivo de Rayados. “Suazo no creía que íbamos a conocerlo y por el solo hecho de ir a comer con él, al aterrizar, su representante me dijo: ‘Oye, Chupete me dice que va a Monterrey’”.

Además de Suazo, el dirigente llevó a jugadores que se convirtieron en íconos, no solo del cuadro rayado, sino del fútbol mexicano.

“En esa época llegaron jugadores que marcaron historia; el ‘Chupete’, Funes Mori, Erviti, Basanta, Neri Cardozo, Luis Pérez, eran tiempos distintos, pero siempre buscando lo que era mejor para el equipo”.

Su filosofía es ver por las necesidades del club y no solo por las de unos cuantos; ideología que le ayudó a ganar 6 títulos en 10 finales disputadas como directivo en esta institución, incluyendo 3 Concachampions consecutivas, entre 2011 y 2013, y otros 3 títulos de Liga, además de participar 3 veces en el Mundial de Clubes.

“Tiene que llegar lo que el equipo necesita, no lo que el directivo quiere”, afirmó el exseleccionado nacional. “El jugador que llegue tiene que ser también debatido por el cuerpo técnico [...] porque al estar todos convencidos, el entrenador se vuelve responsable de la decisión”.