Luis Enrique no piensa en el Real Madrid | OneFootball

A solo 48 horas de enfrentarse al Real Madrid en las semifinales del Mundial de Clubes, el París Saint-Germain ha optado por una preparación inusual bajo las órdenes de Luis Enrique. El técnico asturiano ha vuelto a demostrar que tiene una visión muy clara y a veces desconcertante sobre cómo gestionar a su plantilla en momentos decisivos. Después de eliminar al Bayern en cuartos, el PSG aterrizó en Nueva York el domingo, procedente de Atlanta. Aunque podría esperarse una sesión intensa de análisis y entrenamiento, la realidad fue muy distinta: el lunes fue día libre para toda la plantilla. Sin ejercicios tácticos ni reuniones técnicas, los futbolistas recibieron libertad total para pasar tiempo con sus familias o disfrutar del ambiente de la ciudad.

Algunos jugadores aprovecharon la jornada para recorrer lugares emblemáticos de Nueva York, disfrutar de la gastronomía local o relajarse en espacios de ocio, como ya lo habían hecho días antes en Atlanta, donde incluso visitaron acuarios y boleras. Una rutina poco habitual en la antesala de un enfrentamiento trascendental. Esta estrategia de dosificación y descanso, que también se repitió tras los octavos de final, es parte del enfoque que ha mantenido Luis Enrique durante todo el torneo. La recuperación tras los partidos ha sido prioritaria, y solo se ha programado un entrenamiento clave para este martes, el único específicamente enfocado en preparar el duelo contra el Real Madrid.

Pese a las críticas o el escepticismo que puede generar este enfoque relajado, los resultados han respaldado hasta ahora la apuesta del técnico español. El PSG ha ido superando rondas con solvencia, y Luis Enrique confía en que la frescura mental y física marcará la diferencia en la recta final del campeonato.

Mientras otros clubes intensifican sus sesiones tácticas y cierran filas, el PSG se relaja en la Gran Manzana. ¿Será esta filosofía la clave del éxito parisino? El miércoles se sabrá si el plan de Luis Enrique da sus frutos cuando el balón ruede en las semifinales.