La rivalidad entre Liverpool y Manchester United | OneFootball

Después del histórico 7-0 en Anfield, Liverpool y Manchester United se enfrentaron en un partido sin goles que generó un pulso trepidante. A pesar de los 144 ataques del Liverpool y de su notoria falta de puntería, el equipo liderado por Jürgen Klopp cedió el liderato al Arsenal, lo que le dio vida a Erik ten Hag y su notable ejercicio defensivo.

El dominio del Liverpool y la falta de eficacia

A pesar de su dominio absoluto con un 69% de posesión y un gran número de remates, el Liverpool no logró capitalizar su superioridad. Los constantes centros y la presión asfixiante no fueron suficientes para superar al Manchester United, que se mantuvo firmemente en su bloque defensivo.

El papel destacado de Van Dijk y Varane

Tanto Van Dijk como Varane se convirtieron en pilares defensivos para sus respectivos equipos, demostrando una solidez infranqueable que impidió que el marcador se moviera a favor de cualquiera de los dos equipos.

Perdón mutuo y oportunidades desaprovechadas

A pesar de los numerosos remates y ocasiones claras, tanto el Liverpool como el Manchester United no lograron capitalizar sus oportunidades, dejando un resultado final de empate que reflejó la imprecisión de ambos equipos en el terreno de juego.