
La Galerna
·26 Juni 2025
La Pequeña Copa del Mundo de Caracas en 1956

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·26 Juni 2025
Cuatro años después de su primera participación y de conquistar su primer título, el Real Madrid regresó a Caracas. El equipo blanco de nuevo fue invitado a una competición que aquel año integraron junto a ellos el Vasco da Gama, la Roma y el FC Porto. El torneo se celebró durante el mes de julio en la capital venezolana y los madridistas llegaron tras haberse proclamado recientemente campeones de Europa ante el Stade de Reims en París.
El 28 de junio, la expedición se subió a un avión de Iberia de nombre ‘Santa María’. El jefe de la delegación madridista era el vicepresidente Benito Pico. También viajaron el directivo, Emilio Villa; el gerente, Antonio Calderón; el técnico, Pepe Villalonga; el masajista, Manuel Benedicto; el encargado de material, Ramón Fernández y un total de 19 jugadores: Marquitos, Joseíto, Lesmes, Atienza, Rial, Zárraga, Olsen, Oliva, Becerril, Casado, Sutter, Gento, Manolín, Muñoz, Di Stéfano, Marsal, Juanito Alonso, Juanito González y Luis Molowny. Una de las bajas fue Pérez Payá, mientras que las grandes sorpresas que se subieron al avión fueron los jóvenes Casado y Sutter. El presidente blanco, Santiago Bernabéu, acudió a despedir a todos al aeropuerto de Barajas, ya que se quedó en la capital porque “hay que descansar un poco”.
Viaje de ida
Di Stéfano fue uno de los que habló al aterrizar: “Nuestro equipo pasa un gran momento, Y pese a los 46 partidos jugados esta temporada haremos un gran papel”. Preguntado sobre cuál sería el mayor adversario, contestó: “Todos son peligrosos”. También ante las preguntas de la prensa, Benito Pico y Antonio Calderón dijeron que “hemos hecho un buen viaje y traemos un gran espíritu”. Por último, el técnico Villalonga indicó que el viaje no parecía haber “cansado a los muchachos”. En Caracas fueron recibidos por varios centenares de españoles, al frente de los cuales estaba la folclórica Antoñita Moreno, que se encontraba de gira por allí y ofreció un ramo de flores al capitán Miguel Muñoz. Volvieron a alojarse en El Pinar, de gratos recuerdos tras lo vivido cuatro años antes y que regentaba como gerente el español Eduardo Ariza. Además, el 30 de junio el Real Madrid fue recibido por el embajador en Caracas, Manuel Valdés Larrañaga, gran aficionado al fútbol, antiguo extremo derecho del Atlético de Madrid y expresidente de la Real Federación Española de Fútbol durante dos años
En Real Madrid en la embajada española en Caracas
El debut de los blancos en el torneo quedó fijado para el día 1 de julio contra Vasco da Gama. Los brasileños eran un equipo peligroso y con calidad que contaban con una gran figura en sus filas: Vavá. El Real Madrid otra vez era el equipo con más tirón y que registraba llenos en cada uno de sus partidos en el estadio Universitario
El duelo resultó una magnífica exhibición de juego del Real Madrid, que remontó el gol inicial de Laerte. Después marcaron Joseíto, Marsal y Rial, antes de que Vavá recortase distancias a cinco minutos del descanso. En la segunda parte, Di Stéfano apareció para lograr un doblete y el 5-2 definitivo. La prensa y los espectadores, tras contemplar el gran estado de forma de los blancos, lo daban ya como futuro campeón. El titular, a ocho columnas, de El Universal decía: “Real Madrid dictó cátedra frente al Vasco de Gama”. Di Stéfano también recibió una gran cantidad de elogios. En el mismo medio se pudo leer que “Di Stéfano, no solo en su acción individual, elegante, dinámica, esplendorosa, sin descansos, sino lo que es más valioso, con la elevadísima calidad futbolística que ha logrado imprimir al equipo del Real Madrid”. Mientras que Últimas Noticias personalizó el triunfo español en ‘La Saeta Rubia’: “Fue el ángel”.
Real Madrid-Vasco da Gama
Real Madrid-Vasco da Gama
En la segunda jornada, el 5 de julio, los merengues se vieron las caras con la Roma del campeón del mundo charrúa Ghiggia, el húngaro Nyers y el italobrasileño Da Costa. Con otro lleno absoluto, el Real Madrid ganó por 2-1 gracias a las dianas de Rial y Giuliano en propia puerta. El cuadro blanco realizó “un juego reposado que se impuso al entusiasmo” romano, según publicó Marca. Los giallorossi fueron un digno rival y el Real Madrid necesitó de todos sus efectivos y de un Di Stéfano majestuoso e incansable para vencer a los italianos. Una de las claves fue que el porteño tuvo que jugar algo retrasado para contrarrestar la ofensiva italiana ante una defensa blanca algo floja.
Real Madrid-Roma
Para cerrar la primera vuelta, el último contrincante fue el Porto, en un duelo para el que se agotaron los billetes y que contó en el palco con la presencia del presidente del país. El Real Madrid venció con idéntico resultado a los portugueses que a la Roma. Un 2-1 con otra remontada tras marcar primero Gaburu y, a continuación, Rial y luego Joseíto. El choque no fue sencillo para los madridistas, como explicó el diario local La Esfera que apuntó que el Madrid “dio sensación de gran equipo, pero no fue, sin embargo, el de aquella noche del Vasco de Gama, y su pieza motor, Alfredo di Stéfano, a pesar de varias jugadas de gran esplendor, continuó empeñado en hacer desplazamientos por el centro, en lugar de utilizar a los veloces punteros Joseíto y Gento”.
Real Madrid-Oporto
Los merengues finalizaron invictos la primera vuelta del torneo con un 6 de 6. La opinión generalizada es que su victoria iba a ser un paseo también en la segunda parte de la competición, y eso provocó seguramente una relajación por la que se llevaron algún susto. La organización, temerosa de que la ventaja de los blancos restara interés al torneo con el paso de los días, decidió modificar el calendario de los partidos en la búsqueda de una mayor emoción.
Así, en la cuarta jornada el día 12 de julio, el Real Madrid se enfrentó a la Roma, que les infligió la primera derrota en este torneo contando también la edición de 1952. Una baja importante fue la del cancerbero Juanito Alonso por fiebre y por un esguince de tobillo, lo que obligó al debut de Juanito González, que también se resintió de una lesión pasada y finalizó el choque tras un gran esfuerzo. Al cabo de los primeros 20 minutos, el italiano Lojodice consiguió un doblete para poner en ventaja a la Roma. En la segunda mitad de penalti recortó distancias Molowny, pero los madridistas no llegaron a empatar pese a una última ocasión clara de Joseíto. La atmósfera final del encuentro fue poco edificante, el árbitro Jackson flaqueó y se produjeron importantes disputas y una riña general con grandes protestas y duras entradas de los italianos. En la prensa, Marca achacó la derrota a la mala suerte, después de una segunda mitad en la que los blancos dominaron intensamente. Por su parte, en La Esfera —medio venezolano— se esgrimió que los “italianos dominaron a placer e hicieron gala de sus virtudes cuando se vieron favorecidos por el descontrol entre la defensa y la media madrileña. Los romanos jugaron con técnica y brillo ante un Madrid que puso entusiasmo y vigor”.
Derrota frente a la Roma
La derrota puso en alerta a toda la plantilla blanca antes de un choque vital contra el Porto en la quinta jornada. El 15 de julio ante los portugueses el cuadro blanco se rearmó y sumó una victoria fundamental. Antes del encuentro, la gran duda seguía en la portería. Alonso tenía anginas y González no mejoraba de sus problemas. Se pensó en reclutar al portero venezolano Miguel Sanabria, apodado ‘El pez volador’, que había jugado en 1952 en la selección de Caracas. Sin embargo, el portero vasco Juanito Alonso se vio con fuerzas para ponerse bajo el marco y así se lo pidió al entrenador Villalonga. El dominio del juego fue merengue y los portugueses solo podían pararlo a través de reiteradas patadas. Al intermedio se llegó con empate a uno tras los goles de Rial y Hernani. En el descanso se quedó en la caseta di Stéfano, que sufrió un duro y pegajoso marcaje, y entró Olsen. Luego, también Rial fue uno de los cambios castigado en el plano físico. Marsal hizo el gol del triunfo tras un fortísimo disparo y los blancos encarrilaban así su victoria final en el torneo a falta de la última jornada. También fue una contienda con nervios, tensión y varias tanganas entre los jugadores que no logró atajar el argentino Lires López. En el periódico La Esfera se elogió la actuación madridista con “algunos momentos, guiados por Alfredo di Stéfano, en los que ofrecieron una rica exhibición”.
Concentración del Madrid en Caracas
La última jornada frente al Vasco da Gama tuvo carácter de final, que es lo que pretendía la organización. Los dos equipos se jugaban el título, aunque el Real Madrid llevaba ventaja puesto que le valía el empate e incluso perder por menos de tres goles gracias al 5-2 logrado en el estreno del torneo. En la previa del encuentro Marca habló con varios protagonistas del equipo blanco. Benito Pico, por ejemplo, confiaba “en regresar a Madrid con el título de campeones. Estamos contentísimos. Después de la dura campaña que hemos realizado, no se puede pedir más a los jugadores”. Mientras que el capitán Miguel Muñoz declaró que “todos los equipos están confabulados para darnos batalla”. Por último, también habló el técnico Villalonga: “Tenemos la esperanza de ganar otra vez al Vasco da Gama en el último partido que nos queda por jugar para ser campeones”. El sentir general era de alegría y optimismo de cara al encuentro contra los brasileños.
Previa al último encuentro contra Vasco da Gama
El 19 de julio en el estadio Universitario el Real Madrid conquistó otra Pequeña Copa del Mundo de Clubes tras empatar con el Vasco da Gama. En la primera parte de claro dominio blanco no hubo goles. En la segunda mitad, los brasileños que debían golear para lograr el título, presionaron más y se lanzaron al ataque. Así se pusieron por delante en el marcador con un gol de Djair, pero Rial empató apenas ocho minutos después. De nuevo el de Pergamino anotó el 2-1 para el Real Madrid y el delantero Astolfo igualó en la siguiente jugada. La defensa merengue se pertrechó atrás y con un gran Marquitos supo sostener el empate.
En la prensa venezolana se consideró justo vencedor al Real Madrid. En El Nacional el periodista José Marunell escribió que “el Real Madrid conquistó anoche, legítimamente, sin la antipatía del coeficiente, con limpia ventaja de dos puntos, la Copa República de Venezuela. El Madrid se permitió el lujo de administrar sabiamente la renta con que comenzó el juego, dejar venir al rival y establecer sobre el terreno el sistema adecuado que en modo alguno fue íntegramente defensivo”. En La Esfera se elogió a las estrellas blancas: “Di Stéfano (la vértebra del once madrileño) llenó la cancha y el pibe Rial rubricó admirablemente servicios de Gento, para conquistar los goles”. Por último, en El Universal se comentó que “los dos cuadros saben jugar al fútbol y devolver al público en emociones y clase de buen fútbol lo que pagan en taquilla. Marsal y Gento fueron incansables trabajadores en la delantera hispana, que contó siempre con el coordinador Di Stéfano”.
Antes de regresar a la capital, merengues y brasileños concertaron un amistoso al día siguiente. Fue un partido en el que Vasco da Gama se reforzó con varios jugadores locales y el Real Madrid dio la oportunidad al portero venezolano González de jugar 65 minutos. También en los blancos se aprovechó para dar minutos a los menos habituales, como Becerril, Manolín, Sutter y Casado. Al descanso el conjunto merengue recibió los trofeos conquistados y dio una vuelta de honor al campo entre una clamorosa ovación. El duelo se lo llevó el equipo carioca con una victoria por 2-0. Alfredo di Stéfano fue declarado mejor jugador de la competición y en la prensa se especulaba con un ofertón de la Roma por sus servicios.
El vuelo de vuelta a Madrid lo tomó la expedición blanca el sábado día 21 de julio. A las nueve de la mañana despegó el ‘Santa Clara’ de Iberia con destino la capital española. La recepción en Barajas a los campeones fue muy parecida a la de 1952. Miles de hinchas esperaron algo más de lo debido por un retraso del vuelo a los jugadores en las inmediaciones de la pista de aterrizaje. Allí se escucharon gritos y cánticos de ¡Hala Madrid!, ¡Madrid, campeón! Y ¡Ra, ra, ra… el Madrid ganará! Uno de los que esperaba la vuelta era el presidente Bernabéu, que se acercó a Barajas para abrazar a sus chicos. El almanseño habló para Marca: “Infinitamente contento, porque veo a la gente que está aquí igual de contenta. ¿Quiere usted una prueba de la resonancia que ha alcanzado el triunfo de mis muchachos? Pues vea esto (saca del bolsillo un puñado de papeles). Son cartas y telegramas de felicitación que estamos recibiendo de todas las regiones españolas”. Respecto a los beneficios, aclaró que el club había conseguido “exactamente 2.826.000 pesetas” y que como prima “a cada jugador, incluidos los suplentes, les hemos abonado nueve mil duros”. Después de pisar suelo español también Muñoz y Di Stéfano tuvieron palabras para el medio deportivo. El capitán reconoció que “el Vasco da Gama ha sido el adversario más poderoso que hemos encontrado”. La Saeta Rubia quedó muy sorprendido de toda la gente que les esperaba en el aeropuerto: “No pude imaginar que el recibimiento alcanzara estas dimensiones de afecto”.
Barajas, viaje de vuelta
Descenso del avión con la copa
Juanito Alonso con la copa
A continuación, toda la comitiva con los jugadores y directivos fue escoltada, camino de la ciudad, por centenares de coches y motos con banderas y pancartas que seguían al autobús merengue cuyo destino era el Frontón Fiesta Alegre. Allí se exhibieron todos los trofeos conquistados, hubo discursos y una gran cantidad de vítores para los futbolistas. Bernabéu cogió el micrófono para reivindicar el triunfo: “Este trofeo que tengo entre mis manos demuestra que no ha sido una aventura el viaje a Caracas”. Después le siguieron Villalonga, Muñoz y el resto de jugadores que tuvieron frases de agradecimiento a la afición, los socios y todos los seguidores allí presentes. La más calurosa y prolongada ovación se la llevó Alfredo di Stéfano. Al terminar la fiesta, y con la multitud marchándose a casa, desde el club quisieron zanjar los rumores sobre la cesión de Joseíto al Milán o la posible marcha de di Stéfano a la Roma asegurando que “los jugadores del Real Madrid no se ponen en venta”.
Comitiva hasta el Frontón Fiesta Alegre
Frontón Fiesta Alegre
Fotografías: archivo de Alberto Cosín