Julián es el elegido para reemplazar a Lewandowski | OneFootball

En una nueva actualización de Carrusel Deportivo, se ha revelado que el presidente del Barcelona, ​​Joan Laporta, ya está hablando abiertamente sobre las intenciones del club de fichar a Julián Álvarez como reemplazo a largo plazo de Robert Lewandowski.

El movimiento, aunque todavía está a un año de distancia, está siendo tratado internamente como un objetivo futuro clave, con la ventana de transferencias de verano de 2026 ya marcada como un posible punto de inflexión.

A pesar de que el contrato de Lewandowski finaliza en 2026, el club catalán está planificando de forma proactiva la era post-Lewa.

El veterano polaco ha tenido un rendimiento consistente, pero la edad y la progresión natural significan que el Barcelona ahora está buscando al próximo gran nombre para liderar la delantera.

Julián ya es un favorito en el Barcelona

Álvarez, que marcó 29 goles y siete asistencias en la temporada 2024/25, ha sido admirado durante mucho tiempo por la máxima jerarquía del Barcelona.

De hecho, se cree que tanto el presidente Laporta como el director deportivo Deco son firmes defensores de la llegada del argentino.

Internamente, Álvarez se considera la opción ideal. Si bien las limitaciones financieras dificultan cualquier traspaso, se dice que el club está explorando soluciones creativas.

Dado que aún falta un año para el acuerdo, el Barcelona tiene tiempo suficiente para dar forma a la estructura financiera necesaria para que el movimiento sea viable.

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Agente abierto a futuras conversaciones

Curiosamente, el equipo de Álvarez no ha descartado nada. Si bien no se espera ningún movimiento en el futuro próximo, su agente comentó recientemente:

El día a día está en el Atlético. Veremos cómo avanza la negociación. El fútbol cambia rápidamente. Habrá que hablar entre los clubes y llegar a un acuerdo.

En esta fase, no se han iniciado negociaciones formales entre el Barcelona y el Atlético de Madrid.

El Barcelona, ​​por su parte, apuesta por el futuro. Sin embargo, el problema persiste: el Atlético lo fichó por 75 millones de euros, y su cláusula de rescisión asciende a la friolera de 500 millones de euros.

Sin embargo, en Barcelona hay optimismo de que se pueda encontrar un punto medio.