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·10 Januari 2025
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La polémica está servida. Después de las recientes declaraciones del presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, mostrando su descontento por la cautelar para Dani Olmo y Pau Víctor, ha tomado la palabra Joan Gaspart. El expresidente del FC Barcelona, en declaraciones al pódcast 'Solo para culés', ha sido contundente y ha sembrado la duda sobre un descenso que tendría que haber ocurrido hace 30 años.
Todo ha comenzado con el presentador de este pódcast, Jota Jordi, recordando: "Cuando al Athletic la Liga les salvó hace 30 años de bajar a Segunda División y cuando ellos presumen de unas normas internas, de que juegan solo con vascos... Ayer jugó un futbolista nacido en Madrid y criado en Portugal. Así que presumir de normas, presidente del Athletic Club... ¡No!".
Después de esto, Joan Gaspart, presidente del FC Barcelona entre el 2000 y el 2003, no se ha mordido la lengua. "Qué suerte tuvo el presidente del Bilbao en que el presidente del Barcelona fuese Laporta... Si llega a estar Gaspart en el palco... Si soy yo el presidente, salimos en la portada del New York Times".
Joan Gaspart | FC Barcelona
En este sentido, sobre la afirmación de Jota Jordi, ha sido contundente: "Yo era vicepresidente de la RFEF (Federación) y me llevaré a la tumba lo que pasó".
"El Bilbao se salvó de milagro y ganó todos los partidos de las últimas jornadas... No se merecía bajar a Segunda y estoy encantado. Y ni digo que la Federación ayudó al Athletic a no bajar a Segunda", ha concluido Joan Gaspart.
Todo esto que comenta Joan Gaspart ocurrió en la temporada 1995/96, cuando el Athletic Club evitó el descenso en la última jornada. Terminaron imponiéndose 3-1 al Rayo Vallecano, estando bajo sospecha su salvación.
Jon Uriarte | Athletic Club
No ha querido hablar más sobre ello el expresidente del FC Barcelona, pero una cosa está clara: ya ha sembrado la duda de manera pública. En su condición de exvicepresidente de la Federación, estas palabras probablemente no serán gratuitas y tendrá que reafirmarlas con pruebas. Pero una cosa está clara: el Athletic Club no puede hablar demasiado, o eso parece.