El Sporting, a por una pieza inesperada | OneFootball

El verano siempre guarda historias inesperadas. Algunas escritas a fuego, otras entre sombras y rumores. Y en Gijón, hoy, se escucha una que parece sacada de un guion de traición y deseo: el Sporting habría posado sus ojos en Sebas Moyano, jugador hasta hace unos días del Real Oviedo, que ha quedado libre tras el ascenso azul a Primera División.

La información la ha lanzado el periodista Ángel García, conocido por su fiabilidad en este tipo de movimientos. Según ha señalado en sus redes sociales, el Sporting está interesado en reforzar su ataque con el talentoso futbolista cordobés, que ha sido una pieza muy valiosa en el tramo final del curso para los carbayones. El mismo Moyano que hasta hace semanas vestía de azul podría, si se concreta la operación, cambiar El Tartiere por El Molinón.

¿Un nuevo caso Dubasin en el Sporting?

Pero la historia no está escrita aún. Según el propio García, no solo el Sporting ha preguntado por él. Otros equipos de Segunda División estarían pujando por incorporar al versátil extremo, que a sus 27 años vive un momento dulce y pretende elegir con calma su próximo destino. La competencia, como cada verano, será feroz. Pero lo que más llama la atención no es el interés, sino el símbolo: un jugador que cruza la línea del derbi asturiano.

Es inevitable que resuene en la memoria reciente el caso de Dubasin, quien en 2023 firmó por el Oviedo tras haber brillado en el Sporting. La pregunta flota en el ambiente y Ángel García no ha dudado en plantearla: ¿Se hará un Dubasin al revés? ¿Podrá el Sporting cerrar la incorporación de un jugador que ha defendido el escudo del eterno rival? En el fútbol, ya lo sabemos, los colores a veces se mezclan con el paso del tiempo y las oportunidades.

El mercado no entiende de pasiones

El Sporting, tras otro curso marcado por la irregularidad, busca piezas diferenciales para construir un nuevo proyecto con ambición. Y Sebas Moyano, libre, experimentado y aún con margen de crecimiento, encaja en ese perfil que todo director deportivo anhela: calidad sin traspaso, hambre de minutos y experiencia en escenarios de presión.

La afición rojiblanca observa con atención, y también con cierto recelo. Fichar a alguien del Oviedo no es cualquier cosa. Es una herida abierta o una cicatriz que recuerda tiempos pasados. Pero si llega y rinde, el fútbol hará su magia. Porque en Gijón ya se han vivido redenciones inesperadas. Porque al final, lo único que importa es que sienta el escudo. Que lo defienda. Que lo sude.