El regreso de Alaba: radiografía a una lesión de 400 días | OneFootball

El proceso de recuperación de David Alaba ha estado repleto de incertidumbre. Su fecha de retorno era una incógnita y, según Relevo, en el club no sabían si podría volver a jugar al fútbol

399 días sin saltar al césped del Santiago Bernabéu. Este ha sido el duro precio que ha tenido que pagar David Alaba después de romperse el ligamento cruzado anterior de su pierna izquierda hace 13 meses. Una travesía muy complicada en la carrera del austriaco en la que por momentos no se veía la luz al final del túnel.

El 17 de diciembre de 2023 tuvo que ser sustituido entre gritos de dolor y delante de su gente durante la primera parte de un duelo liguero contra el Villareal. Los pronósticos eran pesimistas desde el principio, pero era difícil imaginar que el periodo de recuperación iba a prolongarse tanto en el tiempo. Ha pasado más de un año desde aquel tropiezo fortuito y el futbolista ha reaparecido por Chamartín.

Contra las Palmas volvió a saltar al terreno de juego delante de un madridismo que le recibió con una ovación atronadora. Jugó media hora y las sensaciones fueron buenas. Carletto le dio otra vez minutos ante el Salzburgo para que la rodilla se adapte de nuevo al ritmo competitivo y el central se mostró cómodo sobre el verde. Cada paso en la vuelta de Alaba forma parte de un plan estratégico seguido a rajatabla por el staff técnico para conseguir que el jugador vuelva a su mejor nivel.

Si los plazos se cumplen a la perfección y Alaba es el mismo de antes, los merengues recuperan un efectivo importantísimo dentro de la plantilla. Un defensa que se puede acoplar tanto al centro de la zaga como en el lateral y siempre garantiza fiabilidad atrás. No hay que olvidar que en el Bayern de Münich y las primeras temporadas que vistió de blanco, Alaba era de lo más destacado de Europa en estas posiciones. El regreso del austriaco es el mejor fichaje invernal, un refuerzo vital para una zona casi desnuda por las recurrentes bajas desde septiembre.

La reincorporación de Alaba se ha celebrado en el vestuario con un aliciente extra. Hace un par de meses la situación del jugador no invitaba al optimismo y aunque de puertas para fuera se aseguraba una reaparición casi inmediata, la realidad es que, según publica Relevo, desde el club nadie se atrevía a dar la fecha exacta de su retorno.

El 15 de mayo el futbolista se sometió a una artroscopia para evaluar el estado de su rodilla, pero desde entonces el proceso de recuperación ha estado marcado por recaídas, dolores constantes e infinidad de sesiones con los fisioterapeutas en Valdebebas.  Estos problemas incesantes tienen su origen en un contratiempo extra. Alaba tiene cartílago reducido, por lo que los huesos de esta articulación rozan entre sí y causan mucho dolor al realizar cualquier tipo de ejercicio, motivo por el que resultaba imposible empezar a tocar balón.

El diagnóstico era pesimista y los servicios médicos del Real Madrid temían lo peor. Que el austriaco no se volviera a vestir de corto era una posibilidad, así que intensificaron los tratamientos y probaron nuevos cambios en la nutrición del jugador. Se le elaboró una dieta que facilita la cicatrización y reduce la inflamación, una alternativa milagrosa que cambió por completo el rumbo de la lesión.

De aquí en adelante, Alaba comenzó a entrenar con el grupo hasta que se le dio el okey para entrar de nuevo en las convocatorias. Ahora, el último eslabón de esta travesía es ser titular y en el club le ayudarán a ello. “Está muy cerca de empezar los partidos. Cuando me diga que está listo, lo alinearé de inicio”, confirmó Carlo Ancelotti en rueda de prensa tras enfrentarse al Salzburgo.