Fondo Segunda
·3 Maret 2025
El Málaga descubre un diamante tardío

In partnership with
Yahoo sportsFondo Segunda
·3 Maret 2025
No es sencillo ser profeta en tu tierra. Algo así ha debido pensar en estos años el bueno de Dani Sánchez. El lateral izquierdo malagueño tuvo que abandonar Málaga para crecer en su carrera muy joven. Extremadura, Linares, Sabadell y Numancia han sido las paradas intermedias del futbolista antes de poder regresar al equipo de su corazón. Lo hizo para contribuir al regreso a Segunda. Y, ya en el fútbol profesional, ha tenido que luchar contracorriente para demostrar.
Poner en valor sus capacidades, su valía. Dejar claro a ojos de todos que ser malagueño no es, en absoluto, obstáculo para triunfar en el Málaga. Dani Sánchez ha tenido que convivir con las dudas de todos en torno a su figura. Y, contando con ellas, crecer y aportar. Así, hasta que ha terminado por dar un golpe encima de la mesa. O, mejor dicho, dos y muy potentes.
Porque el malagueño se estrenaba ante el Tenerife como goleador con el equipo de su corazón. Un tanto que otorgaba tres puntos a su equipo, importantes para continuar alejándose del descenso. Tan sólo una semana después, se sacaba un misil de su pie izquierdo indetectable para Maximiano. El Málaga terminaba empatando un 2-0 al Almería y la primera piedra la había colocado su lateral zurdo.
Le pegó Dani con el alma en el UD Almería Stadium. Ese alma que confiesa ser malaguista por los cuatro costados. Un ejemplo de derroche que conduce a la superación, a la demostración. Si todos dudaban, él nunca lo hizo. Confío en sí mismo, trabajó y ahora recoge los frutos en forma de goles. Sin embargo, para Pellicer a buen seguro que esos tantos no suponen nada. O, al menos, muy poco si se los compara con lo que el futbolista es capaz de aportar al juego del equipo. A su competitividad. Porque ese es su gran valor, junto a la constancia. Que ahora tiene premio en forma de números.