La Galerna
·30 November 2024
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Decimoquinta jornada de Liga en la que el Real Madrid recibe la visita del siempre complicado y rocoso Getafe. Los del sur de Madrid, con Bordalás al frente, siguen con su particular estilo que tanto saca de quicio a sus rivales. Un equipo competitivo que siempre suele causar problemas a los blancos, como se vio en la visita del año pasado al coliseo merengue.
El técnico que puede utilizar varios sistemas parece con ideas fijas este año jugando más con tres defensas centrales. Eso sí, sus bajas son de calado: Djené y Yildirim por tarjeta y Mayoral y Aleñá por lesión. Cuatro hombres importantes en los esquemas de Bordalás. Con todo ello el once que se espera es el siguiente: David Soria en portería; la línea de tres centrales con Alderete, Duarte y Nyom; el carril diestro para Alex Sola, el izquierdo para Diego Rico; la pareja de pivotes con Milla y Arambarri; Uche como enganche; arriba Álvaro y Carles Pérez.
Una de las señas de identidad del gran Getafe de los últimos años fue la presión alta. Bordalás situaba a sus hombres en bloque muy alto para dificultar la salida de balón. La línea defensiva se colocaba casi en el mediocampo, mientras que los medios apuraban en zona de tres cuartos y los jugadores de banda ahogaban por los carriles. Sin embargo, fuera de casa y en el Bernabéu no se espera que el técnico apueste por esta opción, salvo en momentos concretos o con el marcador en contra. Cuando recurren a este sistema y la presión no es eficaz, el equipo se hace muy largo, y llegan los espacios en los que sufren en el repliegue y con muchos metros a la espalda de sus medios y defensas. Lo normal será ver a un equipo que replegará en bloque bajo siendo compactos, y buscará reducir los huecos entre líneas dejando más libres las bandas para que a los blancos le cueste atacar y se atasquen ante una defensa cerrada.
Los getafenses son predecibles en este apartado, y es que no dudan a la hora de sacar el cuero ya sea por bajo o buscando un balón en largo. Lo importante es hacerlo con rapidez y de forma directa. No marean la perdiz. Los dos medios, Arambarri y Milla, se colocan de manera escalonada y los centrales buscan de manera inmediata a los delanteros que bajan a recibir. Por tanto, se saltan en muchas ocasiones la línea del centro del campo y la conexión es zaguero-punta. En el caso de recibir una presión intensa de los adversarios utilizan el recurso de los balones largos, normalmente con Alderete y Duarte como ejecutores. El plan es que Álvaro Rodríguez que es un jugador que trabaja bien de espaldas y que domina el juego aéreo se pelee con los centrales, baje el cuero y descarguen a los centrocampistas que vienen de cara o prolongue para la velocidad de Carles Pérez. La premisa de Bordalás es no generar pérdidas cerca de su área que puedan desembocar en ocasiones de peligro para su marco.
La solidez defensiva fue siempre la gran virtud del Getafe que ha construido Bordalás en sus etapas en el cuadro azulón. En los últimos tiempos se catalogó cada partido contra ellos como mascar tornillos. Este año están volviendo a ser un cuadro duro, rocoso y difícil de sobrepasar por su nivel defensivo. El dato que lo confirma es que el segundo equipo menos goleado de la Liga (igualado con Real Madrid y Real Sociedad con 11 tantos), solo por detrás del Atlético de Madrid. Una forma de romper ese entramado es por banda y con el juego combinativo entre líneas. Además, en las transiciones no repliegan con tanta rapidez y dejan espacios interesantes para los rivales. Ahí la velocidad de Mbappé y Rodrygo puede ser básica para crear oportunidades de peligro. Por último, en el juego aéreo tienen altura en ambos centrales, y al estar Arambarri como stopper suele incrustarse entre ellos para ayudar en esta faceta.
El acierto de cara a gol es uno de los grandes déficits del Getafe de Bordalás. Mayoral no está como otras campañas, y en el equipo todavía se echa de menos la presencia del turco Unal, que era una garantía de gol. La teoría de la manta corta de Tim se hace palpable en el conjunto del sur de Madrid. Es un equipo al que le cuesta ver puerta y solo ha mojado en 10 oportunidades en los 14 encuentros disputados. Las bajas de Mayoral y Yildirim son duras y Álvaro será el encargado de intentar olvidarlos, ahora que viene de marcar la pasada jornada frente al Real Valladolid.
En los últimos años está entre los conjuntos de las cinco grandes Ligas cuyos partidos tienen menos minutos de juego real. Fuera de casa se centran en cortar el ritmo del adversario para que se sienta ansioso e incómodo por lo que sucede en el césped
Otro de sus caminos para el gol será sin duda las jugadas de estrategia. Cuentan con poderío arriba con los centrales y el propio Álvaro. El Real Madrid deberá estar concentrado en cada jugada porque el Getafe no dudará en meter muchos centros y envíos al área.
El librillo de Bordalás tiene marcado en rojo la intensidad, la agresividad, la contundencia, el alto ritmo y las transiciones rápidas. Todos conocemos el estilo que predomina en el juego del técnico alicantino. El Getafe es un equipo que juega al límite del reglamento, muy intenso, agresivo y contundente sin balón. Un plantel el de Bordalás que en las disputas es top en la Liga en cuanto a faltas comedidas, ocupando el segundo lugar solo por detrás del Alavés. Además, la intensidad les hace ser el equipo que más disputas gana y que más duelos aéreos y a ras de césped se lleva. Por último, también es top1 en cantidad de centros y el segundo que con más éxito lo logra. En los últimos años está entre los conjuntos de las cinco grandes Ligas cuyos partidos tienen menos minutos de juego real. Fuera de casa se centran más en cortar el ritmo del adversario y que se sienta ansioso e incómodo por lo que sucede en el césped. Bordalás insistirá en transiciones rápidas, verticales y de pocos toques cuando recuperan el balón en su campo, para poder hacer daño en defensa a los pupilos de Ancelotti.
Álvaro Rodríguez está cedido en Getafe por el conjunto blanco y tiene de una oportunidad de reivindicarse delante de la hinchada que lo vio debutar en Primera. Le ha costado conseguir un puesto en la delantera del Getafe y esta ha llegado principalmente por las bajas. Está mejorando día a día, y contra el Real Valladolid ya vio puerta después de una gran maniobra en el área. Es un jugador muy potente por arriba, con zancada y potencia a campo abierto que lucha y presiona con mucha hambre. Técnicamente no es exquisito, pero tiene recursos en el área que lo hacen peligroso. Su principal arma es la fuerza con el disparo de su pierna izquierda.
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