El FC Barcelona podría enfrentar una dura sanción deportiva de la UEFA | OneFootball

La UEFA podría aplicar consecuencias deportivas al FC Barcelona por saltarse las normas financieras de manera reincidente

El diario The Times ha publicado el pasado martes que el FC Barcelona corre el riesgo de verse afectado en el plano deportivo por una sanción de la UEFA tras no haber cumplido con las normas del Fair Play Financiero (FFP) por segunda vez. Esto implica que el ente regidor del fútbol europeo podría evaluar una sanción que acarree una deducción de puntos o la reducción del número de jugadores que podrán inscribir en la próxima Champions League.

El club catalán ya fue penalizado en 2023 con una multa de quinientos mil euros por no cumplir las normas financieras de la UEFA. La sanción fue recurrida ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que no sólo ratificó la medida de la UEFA, sino que concluyó que la sanción era «en realidad relativamente leve» y advirtió que se enfrentarían a sanciones «sanciones “más duras” si reincidían. Ahora, las consecuencias no serían sólo económicas.

«El CFCB (Comité de Control Financiero de Clubes) destaca que un incumplimiento similar por parte del club en el proceso de seguimiento de la temporada 2023-24 constituiría un caso de reincidencia y se abordaría con la imposición de una medida disciplinaria más severa al FC Barcelona«, recoge The Times sobre el fallo del TAS.

Tanto en aquella oportunidad como ahora, al Barcelona se le castiga por el mismo motivo, pues han declarado sus beneficios de forma incorrecta.

Ante la grave crisis económica en la que estaba sumida el FC Barcelona cuando Joan Laporta regresó a la presidencia, éste buscó ingresos de formas «poco convencionales», con las famosas palancas, que incluían la venta de palcos y de los derechos de la propia televisión del club, Barça TV. En 2022, el club vendió el 10% de sus derechos de retransmisión durante los siguientes 25 años a cambio de 267 millones de euros -y más adelante otro 15% por 400 millones-, contando con poder registrarlos como «ingresos de explotación» y que esto les permitiera cumplir con el Fair Play Financiero.

No obstante, la UEFA entiende que estos ingresos se deben categorizar como «beneficios por la venta de activos intangibles», por lo que este dinero no se incluye en el cálculo del FFP, que en las normas de la UEFA le permite a los clubes tener un máximo de doscientos millones de euros de pérdidas durante los últimos tres años.

Algo similar está pasando con el Chelsea, que se prevé que también sea castigado, pero en su caso, al ser la primera vez, sólo sufrirá consecuencias económicas. El club londinense vendió el año pasado su club femenino a una empresa hermana de los propietarios -a cambio de 200 millones de libras esterlinas-, lo que les permitió mantenerse dentro de los márgenes de la legalidad de la Premier League. En cambio, la UEFA no permite a los clubes declarar ingresos por la venta de activos a empresas filiales, por lo que el Chelsea ahora está en conversaciones con la Junta de Control Financiero de Clubes de la UEFA para un acuerdo financiero.

Imagen de David Ramos/Getty Images