El Eibar confirma una salida que se intuía | OneFootball

El fútbol es una sucesión de trenes. Algunos pasan una sola vez. Otros vuelven con el tiempo. Slavy, atacante búlgaro de solo 23 años, ha decidido subirse al que pasa por Alicante. La SD Eibar ha hecho oficial su salida, en un movimiento que ya se venía intuyendo desde hace semanas. La promesa abandona Ipurúa sin haber tenido un papel destacado. Pero con el cartel de futbolista interesante para muchos proyectos.

Su último escaparate ha sido el Villarreal B, donde brilló con luz propia en solo media temporada. Aterrizó en el filial groguet el pasado invierno y no tardó en mostrar su instinto. En solo 18 partidos, marcó 7 goles. Y dejó claro que tiene algo especial. Tiene movilidad, olfato y esa determinación que se nota en los metros finales.

Del Valladolid al Hércules: una carrera en movimiento

Slavy es uno de esos talentos moldeados con mimo. Se formó en las categorías inferiores del Real Valladolid, club con el que incluso llegó a debutar en el primer equipo. Pero las oportunidades escasearon. Su camino le llevó a Eibar, donde tampoco logró hacerse un hueco en el once de Joséba Etxeberria. La cesión al Villarreal B fue un punto de inflexión. Y ahora el destino vuelve a cambiar de rumbo.

El Hércules de Alicante ha apostado fuerte por él. Ha firmado por tres temporadas, convencido de que Slavy puede ser un pilar ofensivo para los blanquiazules. Un proyecto ambicioso, en pleno crecimiento. Que busca recuperar su sitio en el fútbol profesional. Y que necesita jugadores con hambre y proyección. En ese perfil, el delantero encaja a la perfección.

El Eibar mira al futuro, Slavy al presente

En Ipurua, el movimiento se asume con naturalidad. La plantilla armera continúa con su proceso de reconstrucción, con la mirada fija en volver a pelear por el ascenso. Slavy no entraba en los planes deportivos. Y su salida, además de liberar espacio, podría aportar algo en lo económico. Una despedida cordial, sin estridencias, como ocurre a menudo en el fútbol.

Mientras tanto, el joven atacante tiene por delante un nuevo desafío. Alejarse del norte y recalar en el sur de la Comunitat Valenciana puede ser el trampolín definitivo. En el Rico Pérez le esperan goles, exigencia y responsabilidad. Pero también la oportunidad de demostrar que aún tiene mucho por escribir en esta historia.

Una salida que deja puertas abiertas

Slavy ya es jugador del Hércules, pero el eco de su salida aún resuena en Eibar. Porque cuando se marcha un joven con talento, siempre queda la duda de lo que pudo haber sido. A veces, las despedidas no son un punto final… Sino el primer paso hacia la explosión de una carrera.