Diario La Escuadra
·19 Mei 2025
El Athletic hace los deberes y San Mamés vivirá una fiesta en la visita del Barça

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·19 Mei 2025
Fue precisamente el estadio de Mestalla, que puso en 2022 la última piedra a la marcha de Marcelino del conjunto rojiblanco tras la dolorosa eliminación en semifinales de Copa, quien vio al equipo de su sucesor, Ernesto Valverde certificar una temporada histórica. Si bien el equipo del Txingurri ya había cerrado matemáticamente la clasificación para la próxima Liga de Campeones cuatro días atrás en Getafe, el partido de esta 37ª jornada de liga resultaba crucial para asegurar la cuarta plaza, que no solo supone un mayor honor y una mayor cantidad por derechos televisivos, sino que da acceso a la Supercopa de España de la próxima temporada.
Un partido que tuvo mayor olor a festividad que a guerra, con un Valencia que parece haberse quedado mentalmente en el penalti señalado en Vitoria por Gil Manzano, que supuso decir prácticamente adiós a Europa y que vivió al final del partido un momento emotivo con las despedidas de dos de sus guardametas, Jaume Doménech y Mamardashvili.
Los de Corberán acabarán la temporada en zona de nadie, pero con unos (como mínimo) 45 puntos que cualquier valencianista habría firmado con sangre cuando el ex-técnico del West Bromwich Albion llegó al conjunto ché.
Por su parte, el Athletic tiene por delante una semana que seguramente se hará incómoda cuando a partir del martes Bilbao empiece a llenarse de aficionados ingleses para la gran final de la Europa League. Nadie será capaz de negar que a la gran temporada del conjunto rojiblanco le ha faltado su broche de oro, el poder, como mínimo, estar en esa soñada final.
Son muchos los «¿y si…?» que sobrevuelan las tertulias rojiblancas: qué habría pasado si Vivian no agarra a Hojlund con 0-1 dentro del área, si el árbitro hubiese señalado el planchazo de Lindelof a Prados en la vuelta con la eliminatoria aún en el aire, si Sancet hubiera estado disponible…
Pero en eso quedan, en cábalas. La única certeza es que el FC Barcelona visitará San Mamés el domingo para despedir la liga. Un choque histórico de la competición, con infinitamente menos en juego por parte de ambos equipos de lo que se preveía al inicio de temporada con el calendario en la mano. Ambos llegan con los deberes hechos, pero no por ello el encuentro va a carecer de miga.
Por una parte, ambos clubes, pero sobre todo ambas aficiones, recuerdan el culebrón vivido en verano con Nico Williams, cuya presencia en el partido no está asegurada por la pubalgia que lleva arrastrando semanas, como protagonista. Acusaciones entre directivas, palabras en público sobre un jugador con contrato en vigor…el caso Nico, pese a que su salida este verano al Barcelona o a cualquier otro club parezca descartada, sigue latente.
Sin embargo, en el lado rojiblanco hay más incentivos. El primero y el más reseñable es la despedida de Óscar De Marcos. San Mamés se vendrá abajo para despedir al capitán de la primera plantilla tras más de 15 años defendiendo los colores del Athletic.
Además, el conjunto bilbaíno tiene a mano superar su propio récord de puntos en Primera División, los 70 de la temporada 13-14. Para ello, un empate le bastaría.
Curiosamente, hace unos meses el partido se antojaba definitivo en la lucha por dos premios inidividuales, uno por equipo, que al final quedarán muy lejos de poder lograrse: el Zarra por parte de Oihan Sancet y el Pichichi por parte de Robert Lewandowski. Ambos, sobre todo a raíz de las lesiones, han bajado su cuota goleadora y han visto cómo Ayoze Pérez y Mbappé se iban a 4 goles de distancia respectivamente.
Tampoco podrá repetir como premio Zamora Unai Simón, que, pese a ser el Athletic el equipo menos goleado de la competición, no puede concurrir al trofeo por no haber disputado los partidos necesarios. Una circunstancia parecida a la del Real Madrid la temporada pasada con Lunin, que permitió al portero del Athletic alzarse con el premio.
En todo caso, la Catedral del fútbol español será testigo del partido que cerrará LaLiga 2024/25 entre dos equipos que han completado una temporada sobresaliente que quieren redondear con un triunfo.
Langsung