El arquero de Once Caldas, el verdugo de Nacional | OneFootball

¡Parceros! El fútbol es una caja de sorpresas, y este arranque de cuadrangulares nos dejó con la espinita. Atlético Nacional lo intentó todo, parchero, ¡de verdad que sí! Pero la pelota no quiso entrar. Fue un empate 0-0 frente a Once Caldas en el Atanasio, donde el Verde puso la actitud, la intención y hasta el alma… pero el gol nos dio la espalda. Y sí, hay que decirlo sin pelos en la lengua: el arquero de ellos se vistió de figura, ¡parecía Neuer en su mejor época!

Parce, el partido fue un monólogo verde. Atacamos por la izquierda, por la derecha, por el centro, con toques corticos, con centros, con bombazos… ¡mejor dicho, hasta con el pensamiento tratamos de meterla! Pero entre los palos, el arquero y la falta de puntería, nos quedamos viendo un chispero. Y no es por nada, pero Once Caldas vino a aguantar y lo hizo bien, nos supo cerrar los caminos y se llevó el punto como si fuera oro puro.

Pero ojo, mi gente, que esto apenas empieza. No es momento de tirar la toalla ni de bajarle al ánimo. ¡Este grupo tiene con qué y lo ha demostrado! El Atanasio fue una caldera, la hinchada respondió con aguante, y el equipo mostró carácter. Nos faltó el gol, sí, pero se jugó con verraquera y eso también cuenta, parce.

Ahora toda la concentración está puesta en Millonarios. Ese clásico moderno que nos prende el alma y nos sube el voltaje. El equipo ya pasó la página y se enfoca en ir a Bogotá a buscar los tres puntos. El grupo está unido, con hambre de gloria, y con esa espinita que quedó del empate, ¡seguro van a salir con el cuchillo entre los dientes, pero con el estilo que nos representa!

La clave, mi gente, está en mantener la fe. El camino es largo, y los cuadrangulares apenas calientan motores. Nacional tiene historia, jerarquía y talento para pelear hasta el final. Así que, ¡nada de bajonearse! Vamos todos como una sola voz, parchados con la camiseta puesta y el corazón palpitando en verde.

Y si algo nos ha enseñado este escudo, parceros, es que el Verde nunca se rinde. Que de los tropiezos también se aprende y que las grandes gestas nacen de las ganas de levantarse. El equipo lo sabe, la hinchada lo siente, y la historia nos respalda. ¡Nos vemos contra Millonarios con el alma encendida y los sueños intactos!

Porque esto es Nacional, parce. Y ser de Nacional es creer cuando otros dudan, es alentar cuando más se necesita, y es vivir el fútbol con pasión y alegría. ¡Vamos con toda que esto apenas comienza! El Verde siempre va por más, y nosotros vamos con él hasta el final. ¡Arriba mi Nacional del alma!