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·22 Januari 2025

Copa Chile Femenina. Un Anhelo (Por @RodMol50)

Gambar artikel:Copa Chile Femenina. Un Anhelo (Por @RodMol50)

Foto portada gentileza Dalealbo.cl

Hace algunos días se aprobaron las bases de los torneos del Fútbol Femenino de Chile, tanto de la Primera División como del Ascenso Femenino, por parte del Consejo de Presidentes en reunión realizada en Quilín.


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La Primera División Femenina 2025, que cobija a 14 equipos, se jugará en dos fases igual que en el 2024, es decir, una fase regular de dos ruedas, con enfrentamientos entre todas contra todas, y una fase de playoffs, donde los ocho mejores equipos se enfrentarán en llaves de cuartos de final y semifinal, en partidos de ida y vuelta, y una final a partido único. Los equipos que finalicen en las posiciones 13° y 14°, descenderán a la segunda categoría.

El Ascenso Femenino 2025 sufrirá modificaciones en relación con el torneo 2024. Esta vez competirán 18 equipos en vez de 20 (quedaron excluidas las ramas femeninas de Barnechea al no tener la obligatoriedad de participar por el descenso de su primer equipo masculino a la Segunda División Profesional, y de Fernández Vial, por perder su condición de ser una institución perteneciente a la ANFP, tras el descenso de su primer equipo masculino a la Tercera División A, pasando a ser una institución afiliada a ANFA), los cuales estarán divididos en tres grupos: el Grupo Norte, con 5 equipos (San Marcos de Arica, Deportes Antofagasta, Cobreloa, Deportes Copiapó y Deportes La Serena); el Grupo Centro, con 7 equipos (Cobresal, San Luis, San Felipe, Unión La Calera, Deportes Limache, Magallanes y Deportes Melipilla); y el Grupo Sur, con 6 equipos (O’Higgins, Deportes santa Cruz, Curicó Unido, Rangers, Ñublense y Deportes Temuco).

El torneo de Ascenso Femenino 2025 se disputará en dos fases, con una fase regular de todos contra todos en cada grupo, y una segunda fase de playoffs. El Grupo Norte disputará un total de 20 partidos en cuatro ruedas, el Grupo Centro disputará un total de 18 partidos en tres ruedas, mientras que el Grupo Sur disputará un total de 15 partidos en tres ruedas. Clasificarán a los cuartos de final las ganadoras de cada grupo en forma directa, mientras que las otras cinco escuadras clasificadas serán quienes estén mejor ubicadas en la Tabla de Promedios, instancia que se mantiene con relación al torneo 2024. A diferencia del torneo anterior, no existirán definiciones en partidos ida y vuelta, sino a partido único en todas las llaves, con el elenco mejor ubicado en la tabla de promedios ejerciendo la localía, y con la correspondiente definición vía lanzamientos penales en caso de empate. Ascenderán a la Primera División Femenina los dos equipos ganadores de las llaves de Semifinal.

Una vez conocidas las bases de ambos torneos femeninos, ANJUFF, ente que resguarda los derechos de las futbolistas femeninas en Chile, expresó su rechazo ante su aprobación. Iona Rothfeld, presidenta del gremio, señaló que “las jugadoras no fueron consideradas en el proceso de elaboración de las bases, a pesar de que solicitamos reuniones y enviamos propuestas formales antes de su presentación al Consejo de Presidentes”.

Según ANJUFF, entre las propuestas no consideradas por el Consejo de Presidentes están el no exigir de manera obligatoria que los partidos se jueguen en estadios y no en canchas o complejos deportivos, la no transmisión asegurada de todos los partidos, el desconocimiento de una programación realizada con antelación, y la inexistencia de multas equivalentes al fútbol masculino por distintos incumplimientos. A esto hay que agregar un punto que cobra vital importancia, en cuanto a que ambos campeonatos no durarán 11 meses como pretendía el cuerpo gremial. “La fase regular es corta, por lo que solo los equipos que clasifican a play offs podrán jugar los 11 meses que fueron establecidos”, argumentó Rothfeld. Esto no solo afecta la competitividad y el ritmo de competencia de ambos torneos, sino que las jugadoras de los clubes que no clasificasen a las instancias finales verían sumamente afectadas sus respectivas estabilidades laborales, dejándolas a la deriva por varios meses.

Este último punto es sumamente importante para un país como Chile que ha perdido mucho terreno en el ámbito del fútbol femenino a nivel sudamericano y mundial. Nuestro país ha retrocedido en los torneos internacionales a nivel de clubes y de selecciones, y la causa principal de este aspecto es la pérdida de competitividad. Es imperante en el fútbol femenino actual que todas las competencias que se disputen a nivel local tengan un mínimo de duración que sea, a lo menos, unos diez meses. Sin embargo, aquellos equipos femeninos que no logren alcanzar instancias finales solamente estarán disputando los campeonatos locales durante un período de entre cinco a siete meses, lo cual perjudica el ritmo de competencia de las futbolistas, junto con quedar a la deriva en lo económico.

En la Primera División Femenina se pudo haber solucionado este tema jugando una Liguilla de Descenso con los ocho equipos que no clasifiquen a la fase de playoffs, mientras que, en el Ascenso Femenino, y considerando que las llaves de playoffs se van a disputar a partido único, perfectamente se pudo haber añadido una fase de octavos de final, lo cual hubiese permitido más equipos clasificados, contribuyendo a mejorar la calidad de la competencia.

Si se pretende que las futbolistas femeninas disputen competencias, por lo menos, unos 11 meses al año, ¿por qué no realizar un tercer torneo?

Es aquí que surge la idea de generar un tercer campeonato: La Copa Chile Femenina.

Al igual que en el fútbol masculino en nuestro país, la Copa Chile es un torneo que cobra una importancia vital para el mejoramiento de la competitividad, y que sería la solución ideal que permitiría que nuestras jugadoras mantengan un ritmo de competencia por un período más prolongado en el tiempo.

¿Cómo sería una Copa Chile Femenina? Actualmente existen 32 clubes femeninos sumando ambas categorías. En lo ideal, existen varias formas de realizar una Copa Chile disputada por mujeres:

  • Una forma sería que los 32 equipos femeninos se dividan en 8 grupos de 4 equipos cada uno, determinados por su ubicación geográfica. Cada grupo tendría una fase regular de dos ruedas con 6 fechas en total, de los cuales clasifican los elencos que ocupen el 1° y el 2° lugar de cada grupo a una segunda fase de playoffs, con llaves ida y vuelta en cuartos de final y semifinal, y con una final a partido único.
  • Otra forma para llevar a cabo este tercer torneo sería realizar una única fase de playoffs, cuyas llaves sean determinadas por sorteo para establecer los 16 emparejamientos entre los 32 equipos participantes. Se realizarían duelos de ida y vuelta en los octavos de final, cuartos de final y semifinal, realizando una final a partido único.

Sin embargo, surge la posibilidad de que equipos que participan en las divisiones formativas del Fútbol Femenino ANFP, como Unión Araucanía o Recreativo Puerto Varas, equipos de Tercera División que poseen ramas femeninas como Deportes Colina, Lota Schwager, Club Social y Deportivo Ovalle o el mismo Fernández Vial, o elencos campeones de las diversas competencias regionales del Fútbol Femenino Amateur de nuestro país deseen participar de esta nueva competencia. Por lo que surgiría la posibilidad de realizar, hipotéticamente hablando, una fase previa que empareje a estas instituciones provenientes del futfem aficionado contra los 18 clubes del Ascenso Femenino.

Para quienes desconocen la realidad del fútbol femenino amateur, las competencias regionales son muy fuertes, incorporando inclusive a figuras históricas de nuestro balompié disputado por mujeres como, por ejemplo, Janet Salgado, campeona a nivel profesional con Palestino en el 2015. De hecho, en el 2024, se realizó con mucho éxito el Primer Torneo Nacional Femenino Amateur en Villarrica, con muy buena asistencia de público y con la Selección de Pelarco (Región del Maule) como campeonas. Los torneos femeninos en las Regiones de Valparaíso, O’Higgins, Maule, Bio-Bio y Araucanía son muy competitivos, y llevan mayor cantidad de público que muchos partidos de ambas competencias femeninas profesionales de nuestro país. Futbolistas con gran proyección como Karen Coloma, actualmente en Deportes Iquique y que militase en Universidad de Concepción y Unión Araucanía, anteriormente, han emergido desde aquellas competencias regionales.

Instituciones como el Club Social y Deportivo Ovalle han realizado una gran labor en el fútbol femenino no solo en la parte competitiva, donde han obtenido logros a nivel provincial y regional, sino también han llevado a cabo con singular éxito procesos formativos con jugadoras de edades desde los 10 hasta los 17 años. Algunas de sus jugadoras son o han sido parte de planteles femeninos profesionales como Coquimbo Unido, Deportes La Serena o Curicó Unido.

En estos últimos años, algunos clubes de la Primera División Femenina han tenido la oportunidad de viajar hacia la Zona Austral de nuestro país para enfrentarse a equipos y selecciones como Punta Arenas o Puerto Natales. Inolvidable fue la presentación del primer equipo femenino de Colo-Colo ante la Selección Femenina de Punta Arenas en el 2023, con el Estadio Ramón Cañas Montalva repleto de público que colmó hasta la orilla de la cancha. Independiente del marcador final (8-0 a favor de Colo-Colo), fue un hermoso espectáculo que contribuyó a incentivar la práctica del fútbol femenino en las gélidas tierras australes.

La Copa Chile Femenina es un anhelo que muchos deseamos que se cristalice. Un nuevo torneo que contribuiría a enriquecer a nuestro deporte, realzando su calidad y fortaleciendo aspectos relacionados con el ritmo de competencia. Sin embargo, este anhelo seguirá guardado, por desgracia, en el fondo de la caja de Pandora mientras no existan voluntades que permitan que el fútbol femenino en nuestro país resurja y pueda recuperar el sitial que merece. Habrá que seguir batallando contra gigantescos molinos de viento…

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