Diario La Escuadra
·18 Januari 2025
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Algo que se le ha recriminado al Atlético de Madrid en las últimas temporadas es la pérdida de la identidad cholista que tanto había caracterizado al equipo desde la llegada del técnico argentino. Esa garra y capacidad competitiva en contextos adversos encarnada en jugadores de mucho sacrificio defensivo como Godín, Gabi, Juanfran, Miranda o Diego Costa, no se podía apreciar en ningún jugador de la plantilla, hasta la llegada de Giuliano Simeone y Conor Gallagher.
La decisión de Simeone de incorporar al mediocampista inglés, al igual que la de mantener a su hijo en la primera plantilla, ya nos daba pistas sobre las intenciones del entrenador para esta temporada, reencontrarse con esa versión incómoda y sacrificada que tanto hacía sufrir a los rivales en el pasado. Y es en este contexto que Conor se ha convertido en una pieza de mucho valor dentro del once colchonero.
Su último partido en los octavos de Copa del Rey ante el Elche lo demuestra, esta vez jugando por dentro en vez de tirado a una banda, dio una auténtica exhibición a la hora de interpretar los ataques rivales para impedir la progresión por dentro y obligar al conjunto ilicitano a llevar el balón a banda. Porque si hay algo en lo que destaca el “pitbull” inglés es en cortar líneas de pase y en ser asfixiante en la presión, pocos jugadores en Europa tienen esa capacidad para “acosar” al poseedor de balón impidiéndole progresar.
Fuente: The Chelsea Chronicle
Los datos también ejemplifican el impacto que llega a tener dentro de un partido, aunque este no llegue a ser apreciable para el aficionado o el espectador. Ante el Elche, llegó a los 200 duelos disputados esta temporada, siendo el jugador del Atleti con más duelos ganados, más recuperaciones (75), más faltas cometidas (23), y más faltas provocadas (29). Este tipo de estadísticas hacía mucho que nadie era capaz de llenarlas en la plantilla del Atleti, y que son esenciales para el juego que está desplegando el equipo.
Ya sabemos las virtudes de Gallagher y lo que te puede ofrecer, pero ¿en qué posición se pueden potenciar más, jugando por dentro o tirado a banda? Pese a que, con la actual confección del once, el Atlético de Madrid está rindiendo bien, hay en contextos donde a Simeone le puede llegar a surgir esta duda. Ya he mencionado como jugando en lo que sería el doble pivote dentro del 4-4-2, Gallagher supone una pieza diferencial leyendo líneas de pase y organizando a sus compañeros en la presión. Sin embargo, estas posiciones ya están ocupadas por Barrios y De Paul, que se están entendiendo muy bien y ofrecen más soluciones al equipo en salida de balón.
Es por esto que Simeone está colocando a Gallagher en el interior izquierdo, donde tiene mayor libertad para presionar a todo campo y supone una gran ayuda para Javi Galán a la hora de defender extremos habilidosos. El problema aparece cuando en fase ofensiva, Gallagher, que no destaca por su calidad técnica, tiene muchas dificultades para hacer progresar al equipo por ese sector, y el Atleti prácticamente pierde una banda a la hora de atacar, esto fue lo que sucedió ante Osasuna hasta la entrada de Lino.
Por eso pienso que el actual sistema de Simeone debe ser un paso intermedio para encontrar la forma de asentar juntos en el once a Barrios, De Paul y Gallagher, y así dar entrada también a Sorloth, en lo que sería algo más parecido a un 4-3-3. Sea como fuere, Conor Gallagher se ha convertido en una pieza fundamental en el “nuevo” Atleti de Simeone, siendo ese jugador de “rol” típico de la NBA, que por medio de sus virtudes defensivas compensa todas las carencias que puede llegar a tener con balón.