Alejandro Restrepo tiene con qué dirigir a la Selección en el futuro | OneFootball

Alejandro Restrepo está a 180 minutos de hacer historia con el Poderoso. Sí, parce, el mismo que ya fue campeón con Nacional y con Pereira, ahora tiene en sus manos la oportunidad de poner a vibrar a toda una ciudad con la tan anhelada séptima estrella. ¡Y cómo no creer, si este parche está metido con toda!

Este man no es cualquier DT, mi hermano. Es joven, es serio, pero también es parchado. Motiva al jugador, se entrega en cada entrenamiento y está obsesionado con que el DIM brille. No por nada lo trajeron, no por nada armó un equipo que juega con corazón, con garra, con identidad.

Restrepo tiene esa mezcla perfecta: cabeza fría y alma caliente. Sabe cuándo mover las fichas, cuándo apretar, cuándo soltar. Y lo más brutal es que los pelaos se la creen con él, lo respetan y se la juegan por su idea. Lo que está haciendo con este grupo, no lo hace cualquiera.

Y ojo con esto: muchos ya lo ven con futuro en la Selección Colombia. Y cómo no, si en cada equipo que ha dirigido ha dejado huella. ¿Te imaginás a Restrepo llevando su intensidad a la Tricolor? Ufff, eso sería una locura. Pero primero lo primero: la séptima con el Medallo.

Estamos a dos partidos, parcero. Dos partidos donde se define todo, donde cada pase, cada quite, cada grito desde la raya cuenta. Y ahí va a estar él, con su cara seria pero con el alma roja, guiando al equipo con la convicción de que sí se puede. Porque claro que se puede, ¡con este DT sí se puede!

Alejo no vino a improvisar, vino a trascender. No vino a llenar vacíos, vino a escribir páginas que no se olvidan. Y pase lo que pase en esta final, ya nos regaló un equipo que juega, que compite, que enamora. Pero como estamos tan cerca, ¿por qué no soñar, pues?

Así que vos, yo, todos los poderosos, vamos a rugir en estos 180 minutos como nunca. Vamos a creerle al profe, vamos a empujar al equipo. Porque si alguien puede guiarnos a la gloria, es Alejandro Restrepo, el técnico que ya está dejando su huella roja en la historia del DIM.