VIDEO: Un Autogol de Pereira Revive a Tigres en Plena Revancha en «El Infierno» | OneFootball

TOLUCA, Edomex. – En el ajedrez del poder, no hay movimiento más devastador que sacrificar una de tus propias piezas por error. Esta noche, en el Estadio Nemesio Diez, el campeón del fútbol mexicano, el Toluca, cometió ese pecado capital. Un autogol de Federico Pereira al minuto 21 ha resucitado a un herido equipo de Tigres, regalándole un empate 1-1 en el partido que estaba marcado en el calendario como el de la venganza.

El escenario estaba puesto para una afirmación de dominio. Toluca, el líder invicto, el Campeón de Campeones, recibiendo en su fortaleza al equipo que eliminó la temporada pasada. Y el guion comenzó como se esperaba: al minuto 11, Paulinho adelantó a los locales, desatando la euforia en «El Infierno». El orden natural del poder parecía intacto.

El Momento que Congeló el Infierno

Pero el destino, a menudo, tiene un sentido del humor retorcido. Diez minutos después del gol, Javier Aquino de Tigres envió un centro al área. No era una jugada de peligro inminente, sino una pregunta lanzada a la defensa. Y la respuesta de Federico Pereira fue una catástrofe. En su intento por despejar, el defensor uruguayo desvió el balón, venciéndo a su propio portero.

Autogol. 1-1. El rugido del estadio se convirtió en un silencio sepulcral.

Entre tú y yo, esto es más que un error. Es la ironía en su máxima expresión. El campeón, en su momento de aparente control, se hiere a sí mismo. Le da al enemigo herido que vino a buscar revancha no solo un gol, sino algo mucho más valioso: esperanza. Es un acto de sabotaje involuntario.

Más que un Gol, un Traspaso de Poder Psicológico

El marcador dice empate, pero el impulso del juego ha cambiado de dueño de forma violenta. Tigres, que luchaba contra el marcador y contra el fantasma de la eliminación pasada, ha sido revivido por la mano de su propio verdugo. Toluca, que jugaba con la confianza del campeón, ahora debe lidiar con la duda sembrada por su propio error.

Este partido de la Jornada 3 de la Liga MX se definirá por cómo reaccionen ambos equipos a este giro del destino. Pero una cosa es segura: el campeón ha demostrado que también puede sangrar, y lo que es peor, que puede apuñalarse a sí mismo.

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