Informa Fútbol
·14 janvier 2025
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·14 janvier 2025
Kike Salas ha sido arrestado este martes por la Policía Nacional en Sevilla, para ser posteriormente puesto en libertad. El central sevillista está investigado por forzar tarjetas amarillas para beneficiar a gente de su entorno, vio siete amarillas en los últimos ocho partidos del pasado campeonato. El jugador de Morón de la Frontera podría enfrentarse a duras sanciones deportivas y a penas de prisión si la Policía Nacional logra probar su participación.
El artículo 75 bis de la RFEF establece las sanciones económicas aplicables a aquellos vinculados al fútbol profesional que participen en apuestas. Según dicho artículo, «La participación de futbolistas, entrenadores/as, directivos/as, árbitros/as y de en general las personas que forman parte de la organización federativa en apuestas y/o juegos que gocen de un contenido económico y éstos tengan una relación directa o indirecta con el partido en cuestión, será considerada como infracción de carácter muy grave y se impondrá, además de la sanción de multa de 3.006 a 30.051 euros«.
Además de la sanción económica, el jugador andaluz podría ser inhabilitado para competir durante un período de entre dos y cinco años. En caso de reincidencia, perder su licencia de manera permanente. Así lo establece el reglamento respecto a las posibles sanciones: «Inhabilitación para ocupar cargos en la organización federativa, o suspensión o privación de licencia, por tiempo de dos a cinco años. Privación de licencia, con carácter definitivo; tal clase de sanción sólo podrá imponerse de modo excepcional por la reincidencia en infracciones muy graves«.
Salas ha quedado en libertad tras comparecer ante el juez. El jugador decidió acogerse a su derecho de no declarar y tuvo que entregar su teléfono móvil. Además de las sanciones deportivas ya mencionadas, el jugador andaluz podría afrontar serias consecuencias legales si se confirma su implicación en los hechos. De acuerdo con los artículos 248 y 249 del Código Penal, las penas podrían incluir entre seis meses y tres años de prisión.
El comunicado del Sevilla FC no se ha hecho esperar: «El Sevilla FC (…) quiere mostrar su total respeto a los procedimientos judiciales. Igualmente, quiere destacar su respeto al principio de presunción de inocencia de nuestro futbolista. Naturalmente, el Sevilla FC condena cualquier conducta fraudulenta en el mundo del deporte (…)».