IAM Noticias
·25 novembre 2024
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El técnico completó otra centena con el Atlético y mira hacia delante con nuevos retos, empezando por esta temporada, vivo aún en todas las competiciones.
El Atlético-Alavés fue un partido lleno de emociones para Simeone. La previa giró en torno a que era su cita 700 como entrenador rojiblanco y luego el encuentro se desarrolló con tensión y remontada final. El técnico apenas pudo contener las lágrimas y este domingo lanzó un mensaje mirando a lo que viene después del 700: “Este club tiene mucho futuro, vamos a por más todos juntos”. Muchos retos por delante, empezando por Praga, mirando a lo que viene en Liga, Champions, Copa y Mundial y a la plantilla que modela..
El Atlético pareció haberse salido de todo en octubre, pero ha enderezado el rumbo y, cinco triunfos consecutivos después, se siente vivo. En Liga, está a cinco puntos del líder. En Champions, encara un calendario que le invita a creer incluso al top 8. La Copa ilusiona tras once años sin una final y, al final de todo, un nuevo torneo, el Super-Mundial de Clubes en Estados Unidos. El equipo tiene el reto de competir, incomodar y perseguir el éxito hasta que sea imposible.
En el Atlético, Simeone tiene en su poder prácticamente todos los hitos históricos que se pueden desde el banquillo: más títulos, más partidos, más triunfos… Pero puede poner el listón prácticamente inalcanzable. A nivel global, en Liga lleva ya 300 triunfos (61% del total) y persigue las marcas de Miguel Muñoz (323) y Luis Aragonés (344).
El batacazo en el Villamarín hizo clic en el vestuario rojiblanco. Hubo una charla importante y Simeone reivindicó entonces la necesidad de tener una idea, un plan. Lo que siempre ha tenido su Atleti, una identidad. Y a partir de ahí, competir al máximo. El técnico trabaja para forjar un equipo fuerte en defensa, para lo que le ayudará el próximo retorno de Le Normand. “Nuestro ADN es competir siempre como si fuese una final”, explicó Koke hace unas semanas. Un Atleti reconocible será una gran noticia para perseguir los objetivos.
El verano de 2024 ha sido importante para agitar el vestuario, rejuvenecer la plantilla y aportar refuerzos de calidad. Pero la transición está incompleta y el verano siguiente habrá otro buen ramillete de salidas, no solo de jugadores secundarios. Simeone se ve capacitado de comandar ese paso. Ya en enero habrá alguna incorporación y alguna salida para un nuevo acelerón competitivo en invierno y primavera. El verano será movido.
Simeone y el Atlético preparan también la sucesión de algunos de sus pilares, sin prisa pero sin pausa. El fichaje de Julián Alvarez, además de por lo que supone evidentemente la llegada de un jugador de primer nivel, respondía a la oportunidad y la necesidad de buscar un heredero a Griezmann. En 2019 este fue João Félix y no funcionó. Julián tiene ya galones y será un líder. Igual ocurre con Barrios, con el añadido de que este es jugador de la casa, como su maestro Koke. Ya asumen responsabilidades y no son los únicos que tienen que hacerlo.
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