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·4 décembre 2024
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Se acercan los días de Navidad, de la alegría, de la festividad; y en Inglaterra eso es sinónimo de fútbol. El único país de las cinco grandes ligas que no interrumpe su calendario futbolístico en vísperas navideñas. El amante de la Premier sonríe, los estadios rugen y la pelota rueda. St. James’ Park se teñía completo de blanquinegro para arengar a los suyos ante el líder indiscutible en la competición liguera, el Liverpool. Eddie Howe no se guardaba ningún as bajo la manga, once de gala del Newcastle para puntuar de a tres en casa. A su vez, los discípulos de Arne Slot mandaban un mensaje claro a la parroquia ‘magpie’: el de no querer ceder terreno a sus perseguidores.
Tan solo iban a correr unos segundos de reloj para que Sandro Tonali obligase a Kelleher a intervenir en la primera ocasión del encuentro. Tras un inicio eléctrico de los locales, los ‘reds’ comenzaban a mimar el esférico; no sin una tremenda disputa por parte de la medular de los de Birmingham. De la mano de Mac Allister llegaría el primer aviso del Liverpool con un disparo raso despejado por Nick Pope. Unos segundos después, llegaba la segunda oportunidad de los ‘reds’ con el mismo protagonista que en la primera, pero esta vez era repelido por el poste.
Alexander Isak plasmaba sobre el verde todo lo que debe hacer un delantero y más. Es de esta forma como los suyos generaban todo el ataque hacia la portería custodiada por Kelleher. El sueco seguía orquestando las ofensivas de su equipo; ocasiones como las de Murphy o Hall lo reflejaban. Precisamente, era Isak el encargado de tumbar la muralla ‘red’ con un cañonazo desde la frontal que adelantaba a los suyos en el luminoso.
Alexander Isak celebrando su gol ante el Liverpool en St. James’ Park. Fuente: Premier League. Vía: X
El Liverpool debía afrontar los segundos cuarenta y cinco minutos muy distintos a los primeros si querían mantener la distancia respecto a sus perseguidores. Debía mirarse al espejo para reconocerse y ver qué estaba fallando atrás; encontrar líneas de pase para la punta de lanza; y que los tres de arriba pusieran la pólvora que estaba faltando hasta el momento.
Eso es exactamente lo que hizo el Liverpool, en tan solo cinco minutos. Mac Allister enviaba un balón en profundidad para Salah, y este colocaba un pase certero a la frontal del área que Curtis Jones ejecutaba por el ángulo de la portería de Pope para igualar el duelo. Esto dejaba al egipcio con ocho asistencias en este curso, que hace y regala goles para su equipo. A punto estuvo de hacer la novena con un centro milimétrico a la testa de Gakpo, pero el neerlandés no pudo convertirla.
Poco a poco la grada blanquinegra comenzaba a desesperanzarse en vista del dominio ‘red’. Parecía la misma pesadilla que todos los equipos que se han visto las caras con ellos han vivido. Anthony Gordon sería el que haría soñar. Quince minutos después de empezar la segunda mitad, la joya inglesa tumbaba a Quansah y batía a Kelleher para colocar el segundo en el marcador.
Curtis Jones celebrando el empate ante el Newcastle. Fuente: Liverpool. Vía: X
Mohamed Salah acudía al rescate de los suyos por enésima vez en la temporada. Héroe para el Liverpool, villano para los otros 19 equipos que lo sufren. El egipcio igualaba la contienda para mantener las opciones de seguir puntuando de tres en tres. Los segundos cuarenta y cinco minutos de Salah bien podrían definirse como un espectáculo futbolístico. El peso de la remontada ante Newcastle recaía sobre sus hombros, y en esos parámetros pocos jugadores se sienten tan cómodos como el egipcio. Así lo hizo, dos goles y una asistencia para el extremo africano para adelantar a los suyos. Sin embargo, un error flagrante de Kelleher pocos minutos después permitió el empate del Newcastle United de la mano de Schär.
XI Newcastle: Pope; Livramento, Schär, Burn, Hall; Tonali, Guimaraes, Joelinton; Murphy, Isak, Gordon
Tarjetas:
XI Liverpool: Kelleher; Quansah, Gómez (Arnold 66′), van Dijk, Robertson; Mac Allister, Gravenberch (Szoboszlai 67′), Jones; Gakpo (Díaz 66′), Salah, Núñez
Tarjetas: Mac Allister (amarilla 20′), Quansah (amarilla 42′), Gravenberch (amarilla 45′)
Árbitro: Andrew Madley
Estadio: St. James’ Park