Rodrygo Goes, el eslabón más débil | OneFootball

Pese a encadenar una racha primorosa, Carlo Ancelotti sigue utilizando al brasileño como moneda de cambio en las segundas partes

Rodrygo Goes (24 años) deleitó a la parroquia madridista en el derbi capitalino, pero volvió a marcharse a la caseta antes del pitido final. Ya es una modificación asidua para Ancelotti en los últimos tiempos… y el crack brasileño lo asume con ganas de revancha a fin de demostrar partido tras partido sus dotes con el balón en los pies. Paulatinamente, picando piedra, se ha convertido en un pilar básico dentro de la ‘BMRV’. Marca, asiste, deslumbra y embellece el juego del equipo. Aún así, en el momento de los cambios, su dorsal suele aparecer en el luminoso.

Ante el Atlético de Madrid en el derbi liguero de anoche se puso el mono de trabajo sin apenas demora. De hecho, intentó impregnar electricidad y rigor al resto de una parcela ofensiva que, durante el primer periodo, andaba algo desnortada. Solo él y Jude Bellingham se salvaban de la quema, porque Mbappé y Vinicius no conseguían carburar. El ’11’, al estar inspirado, trajo de cabeza a la zaga del Cholo Simeone, aunque el único debe residía a la hora de la finalización.

Jugada barroca

Con el paso de los minutos -y una vez archivado el tiempo de asueto- el crack brasileño mantuvo las mismas prestaciones hasta que, por fin, encontró el premio. La aguja en el pajar. Corría el 50′ de encuentro (por entonces mandaban los rojiblancos en el marcador tras la diana de Julián Álvarez) cuando una incursión suya por el perfil derecho desarboló a Oblak. Rodrygo desbordó y colocó un centro raso a Bellingham, que chutó mal. Sin embargo, el inglés tuvo la fortuna de que Giménez marró en el despeje y, al final, Mbappé, a bocajarro, envió el balón al fondo de las redes. Jugada barroca, empate cosechado.

Habiendo establecido la igualada, el Real Madrid no escatimó en garra. En la búsqueda del 2-1 que nunca llegó, Rodrygo Goes fue uno de los que más percutió. Ni mucho menos era un paseo de rosas, puesto que el entramado colchonero echó el cerrojo. Pese a todo, Carletto decidió quitarle antes del final del encuentro. El Bernabéu, encandilado con el internacional con Brasil, le despidió con una ovación cum laude. Muy merecida.

Números letales

En los últimos diez compromisos, se ha guardado en la mochila siete tantos (dos dobletes frente a Salzburg y Stade Brestois) y tres asistencias. Unos números que le enarbolan por delante de Vinicius, quien ha bajado revoluciones a causa de las sanciones. La excentricidad se detecta con un dato frío: en esa decena de duelos disputados, Rodrygo no ha terminado el partido en cinco ocasiones. Así las cosas, el preparador de Reggiolo le retiró contra Las Palmas, Salzburg, Real Valladolid, Leganés y, anoche, contra el Atlético.

Con el envite de Mánchester a la vuelta de la esquina (martes, 21.00 horas, Movistar+), la presencia de Rodrygo en el once titular se da por hecho. Salvo giro copernicano o imprevisto de última hora, el ex del Santos será de la partida en el Etihad Stadium. Por meritocracia, no hay lugar a dudas. Luego, cuando Ancelotti abra la carpeta de cambios en el segundo periodo, no sería nada extraño que Goes retornara al banquillo. Le persigue la etiqueta de ‘eslabón más débil’.