Rashford, en el limbo mientras el Barça espera su momento | OneFootball

Rubén Amorim lo aparta del United y el delantero inglés ya sabe que deberá salir. La opción azulgrana sigue viva, pero en el Camp Nou no hay prisa.

Marcus Rashford encara un momento decisivo en su carrera. Este martes arranca la pretemporada con el Manchester United, pero lo hará en condiciones muy distintas a las del resto de sus compañeros. Rubén Amorim no cuenta con él, el dorsal ‘10’ ya tiene nuevo dueño (Mateus Cunha, fichaje estrella por 74 millones de euros) y el club no le ha reservado sitio en el nuevo proyecto deportivo. El internacional inglés, que regresó tras su cesión al Aston Villa, está sentenciado. Su salida parece cuestión de tiempo.

Rashford pasará las pruebas médicas como un miembro más del equipo, pero todo indica que no se integrará en la dinámica de grupo y se verá forzado a entrenarse al margen. Tiene contrato hasta 2028, pero su situación es insostenible y lo más probable es que acabe saliendo cedido.

Ahí aparece el FC Barcelona, que sigue con atención los pasos del atacante de 27 años. Tras descartar la operación Nico Williams y mantener abierta la vía Luis Díaz, Rashford es una opción que gusta a la dirección deportiva y que se valora especialmente por su disponibilidad para salir a préstamo. Eso sí, el club no tiene ninguna intención de precipitarse.

El Barça marcará su propio ritmo. El mercado no se cierra hasta el 31 de agosto y la prioridad es esperar el momento justo para ejecutar cualquier incorporación ofensiva. En este caso, el tiempo puede jugar a favor del conjunto culé: Rashford está dispuesto a esperar y su deseo de jugar en el Camp Nou puede ser clave.

Un guiño desde Marbella

Durante sus vacaciones, Rashford coincidió con los creadores de contenido Xbuyer y EriCruz. En una charla distendida, el delantero reconoció que le encantaría jugar en el Barça y, más concretamente, compartir vestuario con Lamine Yamal. Una confesión informal, pero que encaja con lo que el entorno del jugador ha transmitido: Rashford está abierto a un cambio de aires y el Barça sería su destino soñado.

Por ahora, la pelota está en el tejado azulgrana. Si el futbolista aguanta y no se precipita con otras ofertas, su incorporación sigue siendo una posibilidad real. El escenario ideal para un Barça que necesita reforzar su ataque… pero no a cualquier precio.