Puntazo de Nacional en El Campín y les explico la razón | OneFootball

Parce, qué verraquera de partido el que se jugó Atlético Nacional en El Campín. Un 0-0 que pa’ muchos suena plano, pero que pa’ nosotros es un puntazo de oro en toda la cara del cuadrangular. No es fácil pararse en la casa de Millonarios con tantas bajas, pero este equipo sacó la verraquera, el orgullo y la jerarquía que nos tiene acostumbrados.

Las bajas eran muchas, parcero, pero las ganas eran más. Sin varios referentes, sin muchas de nuestras cartas fuertes, el Verde salió con el pecho inflado, con el alma verdolaga por delante. Y aunque no nos llevamos los tres puntos, nos llevamos algo incluso más importante: confianza y unión.

Millonarios es un hueso duro de roer en Bogotá, no lo vamos a negar. Esa cancha se les acomoda, la altura juega a su favor, y la hinchada azul mete presión. Pero aún así, Nacional no se achicó, papá. Se plantó con personalidad y dijo: “¡Aquí estamos, carajo!”.

El arquero, la defensa, los pelaos… todos se fajaron un partidazo. Nos defendimos con orden, con inteligencia, y cuando hubo que aguantar, lo hicimos con todo. Ese cero en nuestro arco sabe a gloria, parcero, y habla de un equipo que no se rinde ni siquiera cuando el panorama se pone gris.

Este punto puede ser clave pa’ lo que se viene. Porque esto es de resistir, sumar donde se pueda, y pegar en el momento justo. Nacional mostró que, con garra, se puede pelear en cualquier cancha y contra cualquier rival. Que no nos den por muertos, que esto apenas comienza, mi hermano.

Ahora viene lo bueno, lo que nos gusta: jugar en nuestra casa, con nuestra gente y con toda la fe intacta. Este punto en Bogotá tiene que valer el doble si lo sabemos capitalizar en el Atanasio. Así que vamos con toda, parceros, que lo que se viene contra Santa Fe será fiesta verdolaga.

A los que creen que Nacional está caído, les decimos: todavía respiramos, todavía soñamos, y todavía rugimos como campeones. Que este empate no se vea como poco, sino como lo que realmente fue: una demostración de carácter, de corazón y de ADN verde. ¡Vamos por más, parcería, que esto se pone bueno!