PSG bordó su primera estrella con fútbol y goles | OneFootball

Lapidario 5-0 sin atenuantes frente a un Inter al que superó en todo momento. La tan ansiada primera “orejona” quedó en poder de un club que al fin extendió su hegemonía más allá de las fronteras.

El partido soñado para ver porque se trató de una muestra de fútbol total pocas veces visto en un encuentro de este calibre. En el Allianz Arena de Münich, París Saint Germain apabulló 5-0 a Inter y se consagró campeón de la UEFA Champions League por primera vez en su historia.

La herida aún sin cicatrizar de la definición perdida ante Bayern Münich hace 5 años, cuando el mundo se enfermó de covid-19 y no se salvó ni el fútbol. Para Inter era tiempo de revancha de aquella final que le dio su primera estrella a Manchester City. La revolución de Luis Enrique frente al tesón de Simone Inzaghi, un duelo de estilos que regaló la definición más espectacular de la historia del certamen.

En apenas 20 minutos de juego los galos se pusieron 2-0 arriba y el “Nerazzurro” – hoy vestido de amarillo advertencia – jamás estuvo a la altura para contrarrestar la circulación de pelota y el despliegue vertiginoso de un equipo que siempre supo a qué jugaba.

A los 12´, una sensacional bola filtrada de Vitinha para Desiré Doué con un defensa que tardó en aplicar la trampa del off-side. Federico Dimarco quedó enganchado y Doué la soltó para un Achraf Hakimi que sólo la tuvo que empujar. “Ley del ex” a pleno pero favorable para los franceses, que sufrieron a Kingsley Coman allá por 2020.

Pasaron 8 minutos e Inter no reaciconaba y llegó el lógico segundo tanto francés. Sesión de contra comandada por Ousmane Dembelé y apertura para un Desiré Doué que sacó un latigazo de derecha pero que un rebote en el infortunado Dimarco terminó por descolocar a Yann Sommer.

Apenas 1 o 2 intentos por la vía aérea fue la poca rebeldía que mostró el elenco italiano. Golpeado porque la pelota le duraba poco y porque su rival lo asfixiaba con la presión, la única buena noticia era que peor no podía estar jugando. Al inicio del complemento hubo un atisbo de amor propio, que rápidamente fue sofocado por los “ligeritos” de PSG, que hicieron la diferencia.

Minuto 63 y otra vez el “tiki tiki” terminó con el rival sacando del medio. Pisada de Dembelé para engañar a 2 adversarios y Vitinha se la llevó atada para habilitar a un Doué que abrió su pie derecho y acarició el balón para empezar a darle forma a la goleada.

No podía faltar la pincelada del talentoso “Kvaravaggio” y el georgiano se mandó un cuadro sensacional para pasar para el cuarto al conjunto interista. A los 73´, de Dembelé para Khvicha Kvaravatskhelia y el desfachatado delantero se mandó un regate colosas y un zurdazo preciso al primer palo del sufrido Sommer.

Luis Enrique movió un poco el banco y hasta acertó en darle pista a un juvenil que selló la goleada inolvidable. Minuto 86 y Bradley Barcola lo buscó a Senny Mayulu, quien calibró la mira para ubicar el cuero entre Sommer y el primer palo (otra vez el suizo estuvo lejos de ser un relojito). Grito interminable para el muchachito de 19 abriles y fiesta completa en las tribunas por un título que había sido esquivo hasta hoy.

París Saint Germain es el segundo equipo francés en levantar el máximo trofeo de clubes de Europa. Marsella hizo lo propio en 1993 – justamente en Münich y ante Milán – pero fue despojado de su título por culpa de las irregularidades de su presidente. Esta estrella de PSG sí era su lujo y por fin sonó un poco de amor francés en el “Viejo Continente”.

Luis Enrique es el “padre de la criatura” y se reinventó para volver a posicionar a un equipo suyo en la cúspide del fútbol continental. Lo hizo con fútbol de alto vuelo, autoridad y convencimiento de una idea de base que jamás se traicionó. El DT español supo cocinar el título que le faltaba a los galos con el arte del buen comer. París Saint Germain ya no está salando las heridas porque es el justo campeón de Europa. Superlógico.

Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi

(Foto Principal: @ChampionsLeague)