¿Por qué el Al-Nassr de Cristiano no funciona? | OneFootball

Tras caer en semifinales de la Champions asiática, Al-Nassr vuelve a terminar otra temporada con Cristiano sin ganar ningún título

Cristiano Ronaldo durante el partido contra el Kawasaki. Foto: @theAFCCL_ar (X).

Se acabó la temporada para Cristiano. A 8 puntos del líder en liga y eliminados de la King Cup, el último título que le quedaba por pelear a Al-Nassr era la Champions asiática… pero un Kawasaki Frontale que se ha convertido en la revelación de la competición se cruzó en su camino en semifinales, derrotándoles por 2-3.

Es la segunda temporada completa en el Golfo Pérsico del máximo goleador de la historia del fútbol, pero aún no ha conseguido tocar metal, más allá de aquel torneo de agosto de 2023 declarado oficial por la FIFA hace escasos meses. Tras dos temporadas en las que el equipo de Riad ha presentado muchos defectos que se han intentado cubrir sin éxito con Fernando Hierro en la dirección deportiva desde verano de 2024, analizamos qué es lo que falla en el equipo de Cristiano Ronaldo.

Una defensa muy frágil

El mayor problema de Al-Nassr desde la temporada 23-24 es, sin duda, la protección de su portería. En aquella temporada, un Laporte que no se pareció nada al que luego conquistó la Eurocopa, no fue para nada suficiente con Lajami como acompañante, y con Alex Telles y Al-Ghannam en los laterales, que aportaban mucho en ataque pero sufrían en defensa. Así, terminaron a temporada con 42 goles encajados, casi el doble que el líder (Al-Hilal), con 23.

Al llegar a la dirección deportiva, Hierro trató de solucionar el problema fichando por 35 millones a un central como Simakan. También decidió reforzar la portería con Bento Krepski (18 millones), y para suplir la marcha de Alex Telles fichó por algo más de 4 millones al joven Salem Al-Najdi.

Pero mientras se tapó un problema, otros se acrecentaron. Se consiguió una pareja de centrales más fiable, pero la debilidad de las bandas se multiplicó, especialmente en el lateral derecho, donde Al-Ghannam ha estado muy lejos de su versión de la 23-24. Al otro lado, Pioli no ha confiado en Al-Najdi, y ha preferido utilizar a Boushal (lateral derecho suplente).

Aunque el mayor problema defensivo, visto especialmente en el partido de la eliminación ante el Kawasaki, es una falta de actitud que se ha vuelto habitual. Especialmente en el tercer gol de los japoneses, sorprende ver la apatía con la que Laporte se deja regatear por Erison cerca del córner en dirección a la portería, y cómo Simakan observa la jugada desde lejos sin hacer el amago de ir a defender el área. Una actitud del central francés similar a la de Al-Ghannam en el segundo gol, que también observó desde fuera del área cómo Bento evitó que Ito marcase en el primer intento, y cómo sí lo consiguió Ozeki en el rechace.

Un centro del campo desordenado

En verano de 2023, la medular parecía claramente definida con Brozović y Fofana en el doble pivote, y con Otávio de mediapunta. Sin embargo, por necesidad de liberar fichas de jugadores extranjeros, Fofana se marchó cedido en el mercado de invierno, dejando un hueco que desde entonces no ha podido ser cubierto.

Entre Luis Castro y Pioli, han intentado cubrir esa posición con Al-Khaibari, Al-Najei, Al-Sulayheem y Al-Hassan, sin que ninguno lograra asentarse. Eso ha provocado que, en los momentos clave, ambos entrenadores hayan tenido que recurrir muchas veces a retrasar la posición de Otávio. Cierto es que el portugués ha demostrado estar más que capacitado para jugar en esa posición, pero en contraparte cuando lo hace el equipo pierde a su jugador más determinante cerca del área, y es algo que disminuye mucho la capacidad ofensiva del equipo. Esta situación ya era un problema visible en la segunda mitad de la temporada pasada, pero el club no ha aprovechado ni el mercado veraniego de 2024 ni el invernal de 2025 para solventarlo.

Al-Ghannam, Boushal y Bento lamentan el gol de Ienaga (1-3). Foto: @frontale_staff (X).

Un frente de ataque descompensado

Por último, la línea ofensiva también refleja una planificación deportiva ineficiente. Siendo Cristiano Ronaldo y Sadio Mané los únicos con su posición claramente definida, la banda derecha la ocupaba Talisca, que sin ser un extremo derecho se había adaptado más o menos a la posición. Sin embargo, en enero el club lo traspasó al Fenerbahçe de José Mourinho.

El sustituto, lejos ser un jugador que cubriese las posiciones más débiles, fue otro delantero centro, posición que ya se podía considerar cubierta con Cristiano Ronaldo. 77 millones pagó el club saudí por Jhon Durán, pero más allá de algunos destellos en los primeros partidos, su rendimiento ha sido muy decepcionante, especialmente en un mes de abril en el que parecía peleado con el gol. La eliminación en Champions fue su 15º partido con la camiseta de Al-Nassr, en los que ha marcado 9 goles, pero lo que resulta alarmante es la cifra de ocasiones claras falladas (17), solo 7 menos que Cristiano Ronaldo en toda la temporada (24), que por su parte ha marcado 31 goles.

Mientras tanto, la banda derecha es ahora una posición tan caótica como la del acompañante de Brozović en la medular. Pioli comenzó utilizando a Ângelo, pero por el límite de extranjeros en los partidos de liga terminó descartándolo para optar por Ayman Yahya, que en varios partidos ha rendido con nota. Sin embargo, a la hora de la verdad, el entrenador italiano no se decidió por ninguno y optó por colocar a Otávio, mediapunta diestro, de extremo derecho. Un plan de juego que él mismo terminó reconociendo en el partido ante el Kawasaki que no funcionó, ya que con el 1-2 en contra antes del descanso dio entrada a Ângelo para que ocupase esa banda derecha, y devolvió a Otávio al centro del campo.

¿Qué necesita Al-Nassr para ganar?

El gran número de problemas muestra que, si quiere ganar títulos la próxima temporada, la directiva tiene mucho trabajo por delante en el mercado de verano. El error de fichar a Jhon Durán, en un movimiento que buscaba más fichar a una de las sensaciones del momento que atender a las necesidades del club, es algo que no debería repetirse, y la planificación deportiva de la próxima temporada debería abandonar la tendencia a acumular buenos futbolistas sin construir de verdad un buen equipo.

Jhon Durán en el partido de cuartos de final ante el Yokohama Marinos. Foto: @AlNassrFC_EN (X).

Pero también resulta inevitable mirar al banquillo. Stefano Pioli, que cogió el equipo en septiembre de 2024 tras la destitución de Luis Castro, no ha logrado de ninguna manera mejorar los resultados de su predecesor, que al menos aseguró la segunda plaza con 82 puntos, mientras que con el entrenador italiano Al-Nassr está a 2 puntos de caer a la 4ª posición y quedarse fuera de la próxima edición de la Champions asiática.

Además, si en algo ha fracasado por completo es en conectar a los jugadores. La imagen de esta eliminación, con muchos jugadores mostrando pasividad en momentos clave, contrasta mucho con la de la pasada temporada contra Al-Ain, cuando el equipo de Luis Castro forzó la prórroga en el partido de vuelta después de ir perdiendo en la eliminatoria 0-3.

Aún así, pese a lo lejos que parece Al-Nassr de optar a títulos, todo apunta a que Cristiano Ronaldo va a renovar su contrato y terminará su carrera con el equipo de Riad. Veremos si el trabajo de la dirección deportiva le permite ganar otro título oficial antes de retirarse.