Opinión| ¿Se han olvidado….? | OneFootball

Cuando tienes fiebre, ibuprofeno. Cuando estás congestionado, paracetamol. Y cuando hay dudas, victorias. Todo tiene su medicina y en el fútbol la más eficaz es vencer cuando las aguas se vuelven turbulentas. Porque es en esos ríos revueltos donde las cañas más astutas mejor saben pescar en función de sus intereses.

El Real Betis anoche volvía a desafiar a las estadísticas y se reencontró con la victoria en “El Gran Derbi”. Lo hizo de manera justa, desplegando un fútbol muy coral cargado de pasión e intensidad. Un Sevilla muy lejano a sus mejores tiempos apenas propuso un disparo lejano de Gudelj como mejor argumento ofensivo en el Benito Villamarín. Los verdiblancos encadenan nada más y nada menos que seis jornadas seguidas venciendo. Una racha únicamente igualada una vez en su historia hace ocho años.

Todo es alegría, todo es felicidad. Pero… ¿alguien recuerda el clima de hace apenas mes y medio? ¿se han olvidado ya los comentarios viscerales tras, por ejemplo, la derrota de Balaídos? Tanto de fuego enemigo como de fuego “amigo”. El gran momento de forma actual no debe hacer olvidar todas aquellas sentencias precipitadas, desmedidas y oportunistas. Al menos, recordar de qué gargantas provienen. “Fin de ciclo”, “proyecto acabado”, “entrenador pensando en la jubilación”, “directiva dimisión”, “jugadores mercenarios”. Todo… por un equipo que no se ha alejado a más de tres puntos del objetivo europeo.

Obvio. En enero hemos vivido el momento más crítico de la era Pellegrini. Cierto. El juego del equipo era muy pobre. Evidentemente. Todos tenían que dar ese pasito adelante que la afición demandaba (y con motivo). No pilla a nadie de sorpresa todo eso. Pero hay una diferencia sideral entre buscar soluciones a los problemas… y dar por muerto en enero a un equipo que ha demostrado una y otra vez salir a flote. Porque enterrar antes de tiempo al Real Betis sólo lo haría alguien que no conoce al Real Betis.

Ahora toca disfrutar del gran momento que atraviesa el conjunto de La Palmera. Una vez más, todos remando en la misma dirección ha devuelto la velocidad de crucero al equipo. Tanto las alegrías como las penas se viven, consiguen y arreglan con los nuestros. Por eso no hay que perder de vista de dónde vienen esos comentarios nocivos que buscan desestabilizar. Esas voces que solamente escuchas en las derrotas y desaparecen mágicamente en las victorias. Todas esas opiniones que nada más existen en las trincheras de Twitter, porque por el Villamarín no hay ni rastro.

Béticas y béticos. Que nadie os convenza de lo contrario a lo que sentís. Ese “y si sí” que despierta el Betis es intocable. La ilusión, esperanza y alegría ha vuelto a La Palmera como el azahar a Sevilla. Nada ni nadie, provenga de donde provenga, os va a cambiar eso. Filtren bien lo que leen y escuchan. Reconozcan a esos lobos con piel de cordero. Pero sobre todo, disfruten de su equipo. Lo mejor está por llegar.