Medellín eliminó al Junior y está a un paso de la final | OneFootball

¡Parceros, qué noche la que vivimos en el Atanasio! Medellín sacó la casta, el aguante y el corazón para ganarle al Junior con ese golazo bendito de Brayan León que nos tiene soñando despiertos. El estadio rugía, las tribunas eran un solo canto de fe y aguante, y el Poderoso respondió como solo los grandes lo hacen: metiendo, corriendo y jugando con el alma.

Y es que este no fue cualquier triunfo, no, parce. Esta victoria nos pone con 10 puntos en el cuadrangular, liderando el grupo como se debe, con autoridad, con jerarquía y con un equipo que la tiene clarita. Lo mejor de todo: el próximo partido es en nuestra casa, con nuestra gente, y contra el Tolima. ¡Estamos a un pasito de la final, mi hermano!

Hay que sacarse el sombrero con Alejandro Restrepo, ese parcero del banquillo que hoy está demostrando que no solo sabe de táctica, sino que tiene al equipo conectado con la hinchada, con el escudo, con la historia. Lo que planteó hoy fue una clase maestra de cómo neutralizar al rival y pegar en el momento justo. Así se juega en estas instancias, parce.

Brayan León, ese muchacho humilde y rendidor, se convirtió en el héroe de la noche. Ese gol no fue solo un gol, fue un grito de esperanza, una muestra de que este equipo tiene hambre de gloria. Qué manera de definir, qué momento más brutal. ¡Este pelao está en modo leyenda!

La energía en el Atanasio era de otro planeta, marica. Cada balón que recuperaba el Medellín era un aplauso, cada jugada una ovación, y cada cierre defensivo una fiesta. Así es que se vive el fútbol en Medellín, con garra, con pasión y con un amor infinito por estos colores que llevamos tatuados en el alma.

Nos ilusionamos, sí, ¡y con toda! Porque este equipo no solo juega bien, también cree en sí mismo. Se nota el trabajo, la unión del grupo, la conexión con la tribuna. Estamos más vivos que nunca, y aunque aún falta, este pasito que dimos hoy es gigante. ¡Vamos a llenar el Atanasio contra Tolima, que la final está a la vuelta de la esquina!

Así que ya saben, parceros, a seguir creyendo, a seguir soñando y a seguir alentando como solo nosotros sabemos. Que este Medellín tiene con qué, tiene alma, tiene juego y tiene aguante. ¡Somos el Poderoso, y esta historia apenas está comenzando!