Las razones por las que Medellín debe vencer al América | OneFootball

No hay nada más sabroso que entrar a cuadrangulares ganándole a un rival como el América. Es como llegar a la fiesta con la pinta nueva, las Jordan puestas y la moral en la nube. Medellín tiene que salir a la cancha como quien sabe que no va de invitado, sino que es protagonista. Porque si ganamos, mandamos ese mensaje claro: “Aquí está el que va por la estrella, papá”. ¡Así se mete miedo!

América viene con equipo mixto, y eso hay que aprovecharlo, mi llave

Con todo respeto, pero si el rival viene con una nómina mixta por la Sudamericana, no es pa’ dormirse, es pa’ meterles presión desde el primer minuto. El que no aproveche eso, que no se queje después. Medellín tiene que demostrar que no importa si ponen a titulares, suplentes o al utilero.

Este equipo llega motivadísimo, loco

Los muchachos están con la chispa encendida. Se nota que en el camerino se respira unión, hambre, energía. No es cualquier grupo, es una banda que sabe a lo que juega, que se respalda en la cancha y que siente los colores. Con esa actitud, papá, hay que salir a comerse el mundo, y empezar por el América. ¡Vamos Medellín, con toda!

Esto es una final disfrazada, parcerito

Sí, sabemos que no es una final oficial… ¡pero se siente como una! Los pupilos de Restrepo saben que este partido vale más que tres puntos. Es el impulso anímico que nos puede catapultar a la gloria. Es el ensayo general antes del gran show. ¡Y si no se juega como una final, que ni se juegue entonces!

Porque es el Medellín, y el Medellín no negocia la actitud

Nosotros no salimos a especular, salimos a dejar el alma. Somos un equipo que juega con el corazón, que se parte el alma por la camiseta. ¡Somos el Poderoso, parceros! Y como tal, debemos demostrar que no importa cómo llegue el rival, nosotros salimos con la frente en alto y los guayos bien puestos.

El hincha lo sabe: ganar este partido es más que una victoria

No es solo el marcador, es el mensaje. Es dejar claro que en casa se respeta, que aquí no se viene a pasear. La hinchada quiere salir del estadio sintiendo ese orgullo brutal, esa emoción que solo el DIM sabe dar. Porque cuando el Rojo gana, Medellín entero sonríe, parcero.

Así que ya lo sabés: el domingo no es un partido más, es una declaración de intenciones

Queremos ser campeones. Y todo empieza ganándole al América. Con amor propio, con fútbol, con jerarquía. Con esa vibra bacana que solo genera el Atanasio lleno de camisetas rojas. ¡Vamos con toda, mi gente! ¡El Poderoso no afloja!