Las defensas de cinco, un problema para el Athletic | OneFootball

Al Athletic le cuesta meter mano a un equipo con cinco defensas

Osasuna configuró una férrea línea de cinco defensas y sólo bastó el orden para poder frenar los ataques de un Athletic que estuvo impreciso y aparentemente cansado. Pero lo del domingo no es casualidad. A los leones les cuesta crear peligro ante una defensa en repliegue y bien ordenada. El rival sabe que lo que más le gusta al Athletic es correr y darle ritmo al partido. Osasuna rascó un empate de San Mamés de la misma manera que lo hizo el Leganés. Repliegue y contragolpe.

Si bien es verdad que faltaba la columna vertebral (Vivian, Galarreta, Sancet), el Athletic ya ha demostrado que sabe vivir sin ellos. Aunque el otro día, al que más se echó en falta curiosamente fue al que estaba convocado. Sancet es quizás ese jugador clave para desatascar o desordenar esas defensas tan pobladas. O al menos para atraer y dejar más espacios a los Williams, que cada vez que recibían tenían dos rivales encima.

La línea de cinco defensas permite abarcar más campo y bascular más rápido. Así, Osasuna evitaba que tanto Nico como Iñaki tuvieran tiempo y espacio para encarar a su par. En caso de desbordar y colgar un centro al área, los tres centrales estaban preparados para despejar, ante un Athletic que carecía de colmillo. Maroan fijaba a uno de los centrales, pero ni Berenguer ni el extremo del otro lado, ni siquiera uno de los mediocentros llegaban para rematar un posible centro. Sólo Unai Gómez cuando entró, pareció desordenar un poco a la zaga rojilla con conducciones o entradas desde segunda línea. Boyomo, Catena y Herrando estuvieron aparentemente cómodos.

La segunda línea de los de Vicente Moreno también estaba muy replegada. Osasuna estuvo con las líneas muy juntas para evitar pases entre líneas y favorecer así los saltos de los centrales. Tanto Aimar Oroz por un lado como Rubén García por el otro cerraban dentro para dejar el espacio fuera. Así, la circulación del Athletic a priori era sencilla, pero más allá de eso costaba tener fluidez a partir de tres cuartos de campo.

El mejor tramo del encuentro fueron los primeros 20′ de la segunda mitad, cuando el Athletic pudo correr y llegar a línea de fondo con mayor facilidad. Pero los 80′ restantes fue un quiero y no puedo. En definitiva, Osasuna planteó un partido áspero y logró desesperar a un Athletic que pareció acusar el famoso ‘Virus FIFA’.

El Leganés también fue un problema

El encuentro frente a Osasuna tuvo bastantes similitudes con el del Leganés. Mismo resultado y parecidas sensaciones. Un Athletic incapaz de ser lo que acostumbra a ser cuando juega en casa ante un equipo que se siente cómodo defendiendo en repliegue y más cómodo aun desquiciando al contragolpe. De hecho, el Leganés pudo terminar ganando el partido y Osasuna olió la sangre en el tramo final cuando el Athletic pecó de nervioso.