La autodesignación de Clos Gómez | OneFootball

Buenos días, queridos amigos.

El filósofo madrileño George Santayana escribió hace años aquella famosa frase que decía que “los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”. Al ver las portadas del día de hoy, nos ha venido a la cabeza esta célebre frase, tantas veces mal citada. Santayana no dijo, como tantas veces se ha utilizado, “aquellos pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirlo”. Ni siquiera pronunció la frase de la manera que figura en la visita al campo de concentración de Auschwitz:

Porque Santayana no hablaba de los pueblos ni de las naciones, sino que lo hacía con una perspectiva antropológica, ya que basaba el progreso en la experiencia, en lo que llamaba la “retentividad”: “…y cuando la experiencia no se retiene, como entre los salvajes, la infancia es perpetua. Los que no pueden recordar el pasado, están condenados a repetirlo”. O dicho de otro modo menos filosófico, pero fácilmente aplicable a dirigentes y periodistas deportivos: aquellos ineptos que olvidan sus cagadas, descuida: la cagarán de nuevo.

Uno repasa las portadas de los medios deportivos, o la manera de contar la realidad de los últimos meses/años/décadas, y se acuerda de Santayana a cada paso, no solo por lo que cuentan, sino aún más por lo que olvidan.

El portero georgiano de nombre impronunciable (Mamardashvili) habla sobre otro compañero de nombre impronunciable (Kvaratskhelia), y nos cuenta que él solito es mejor que toda España. El georgiano parece haber olvidado que, en la fase de clasificación para este mismo torneo, la selección española se impuso a la georgiana por un global de 10-2, pero ellos sabrán. Sorprende (¿sorprende?) que la portada del diario madrileño calle sobre el nuevo escándalo del Comité Técnico de Árbitros que supimos ayer a través del medio Relevo:

En el CTA parecen haber olvidado que durante dos décadas hubo un club que pagaba a uno de sus principales dirigentes para manipular la competición y designar a colegiados afines, como el propio Clos Gómez, máximo responsable del VAR por designación dedocrática del dúo Arminio-Negreira, así que no debe extrañarnos que durante la temporada pasada se siguieran moviendo con la misma impunidad. Clos Gómez estuvo en la sala anexa del VAR pese a no estar cualificado para ello, pese a ser ilegal semejante autodesignación, y no sabemos por qué no nos cuesta imaginarlo dando instrucciones a Cuadra Fernández, árbitro de VAR aquel día:

- Sí, bueno, hay una falta clara a Bellingham antes del gol del Atleti, pero tú sabrás lo que te conviene.

Lo cierto es que Cuadra Fernández tampoco ha necesitado nunca mucha presión para actuar en un sentido determinado, mas, por si acaso, tenía al jefe en el cuarto oscuro cercano:

- No encuentro ningún motivo para anular el gol de Camavinga, pero tú pita algo, que ya encontraremos a un Piturralde o un Fouto que lo justifique.

Es un escándalo mayúsculo, otro más del CTA, pero, por más que lo buscamos por las portadas, no lo encontramos. Veamos qué nos cuenta el otro diario madrileño, el As:

“La hora de la verdad”, el titular se centra en la competición, en el inicio de los octavos de final de la Eurocopa, y seguramente harán bien. La podredumbre de la competición española es tan hedionda que es preferible centrarse en lo positivo del deporte: la Euro, el inicio del Tour, la vuelta de Laso a la ACB… Nos gusta ver en la portada una buena representación del pasado (Cristiano), presente (Kroos, Güler, Jude) y futuro (Mbappé) madridista ahora que arranca lo mollar de la competición:

Italia-Suiza.

Alemania-Dinamarca.

“Algo huele a podrido en Dinamarca”, decía un personaje en Hamlet. Tomar el dinero de la mafia italiana y ocultarlo en Suiza, o revender las propiedades de otros en Alemania, también son historias de un pasado que algunos han olvidado. Nos vienen todas estas cuestiones económicas a la cabeza al comprobar que los distintos medios también olvidan que el Fútbol Club Barcelona está perpetrando delante de las narices de todos la enésima venta de Barça Studios, con la misma valoración impagada de siempre mientras Tebas y el resto de clubes callan:

Será “la hora de la verdad”, puesto que se acerca el 30 de junio, pero los 40+60 millones de euros siguen moviéndose como la bolita de un trilero de cubilete en cubilete. Y acompáñennos ahora a esta triste historia de olvido de un pasado reciente, démonos una vuelta por la prensa cataculé:

Conocemos la credibilidad de estos medios, pero esto suena a cachondeo. Mundo Deportivo nos cuenta que un club quebrado como el Barça ha rechazado una oferta de 250 millones de euros por el joven talento Lamine Yamal, muy prometedor, sí, pero un joven cuyo contrato termina en 2025. Ya, claro. Porque todos sabemos lo que le ha costado a un club saneado económicamente como el Real Madrid fichar al que posiblemente sea el crack de los próximos años (con permiso de Vinícius Jr.). Y nosotros nos tenemos que creer que Laporta ha renunciado ya a los 200 millones que supuestamente le ha ofrecido el PSG. Todo esto nos suena a una historia reciente archiconocida, ¿y ya olvidada? ¿No había otra joven promesa culé que ya saltaba la banca cuando aún era menor de edad?

100 millones, 170, ¡400 millonacos!, y nos contaban que el Barça era capaz de decir que no a esas astronómicas cifras por la venta del juvenil. Por cierto, ¿qué fue de la joven estrella emergente? Por desgracia lo quemaron antes de tiempo y en la portada de Sport encontramos la respuesta:

“En venta”, aunque solo llegan ofertas por una posible cesión. Recordemos que el suplente del Brighton solo tiene 21 años, una pena, es un jugador que, como Lamine Yamal, siempre fue bien valorado en esta casa. Recordemos que el “nuevo Iniesta”, Riqui Puig, juega en la MLS desde los 22 años. Será que el periodismo serio, el riguroso, el de investigación y no opinión, tiene estas cosas, no lo olvidemos nunca:

Que paséis un gran día, no olvidéis disfrutar cada minuto.